Leyendo el cuento indo-tibetano "mentes locas", en el que se describe una situación paradigmáticamente anómala dentro de lo que es la vida normal y corriente, me surge la pregunta: ¿Cuánto se deja llevar la gente por la envidia y la admiración?
El estrambótico cuento termina con la enseñanza: "Si permites que tu mente te arrastre como el viento lleva la hoja a su merced, convertirás tu vida en la locura de no ser tú mismo"
¡Qué gran enseñanza! También se dice: "La esencia del gran Camino es la de actuar resueltamente sin luchar. Gracias a la no lucha, uno no se apega a las convenciones, formas ni imágenes locales; pero gracias a la no lucha y al actuar, no obstante, con propósito, uno no cae en el vacío indiferente, en la nada muerta" (El secreto de la flor de oro; el secreto de la libertad, nº3).
Ya hablé de la envidia y la admiración genéricamente y en parecidos términos hace mucho tiempo en otra entrada, pero no dije los tópicos a los que no debéis de hacer caso si no queréis ser indiferentes y queréis que vuestro mundo sea mucho más rico y decente, por lo tanto, ¿qué es envidia y admiración para derechas e izquierdas?
Envidia o invidia para las izquierdas es: envidia, pesar de la prosperidad ajena; odio, mala voluntad (hacer odioso a alguno; ser odioso; acarrear odio a alguno; la desgracia de los tiempos). Envidia o invidia para las derechas es: antipatía, odio, mala voluntad (hacer odioso a uno; ser odioso a uno; impopularidad del tratado con Numancia); envidia, rivalidad, celos.
Admiración o admiratio para las izquierdas es: admiración, maravilla, pasmo, estupor; veneración, reverencia, respeto. Admiración o admiratio para las derechas es: admiración, estupor, sorpresa; veneración, respeto.
Si evitamos todas y cada una de estas incongruencias (de primeras), tendremos: una mente y un porvenir sanos y sobre todo, evitaremos deprimirnos por infidelidades, caer en contradicciones personales, buscar cosas en sitios que no son, no disponer de vidas que no nos pertenecen y no acabar siendo el hazmerreír de la gente cuando los vientos soplen desfavorables, como bien digo del cuento.
Dice la fábula de Esopo de "los caminantes y el matojo", que lo que puedas pensar que es fiero de primeras, bien sean unas palabras o unos hechos muy duros, después no lo son tanto y es que, o bien quedas en evidencia, o bien la evidencia te encuentra a tí.
El estrambótico cuento termina con la enseñanza: "Si permites que tu mente te arrastre como el viento lleva la hoja a su merced, convertirás tu vida en la locura de no ser tú mismo"
¡Qué gran enseñanza! También se dice: "La esencia del gran Camino es la de actuar resueltamente sin luchar. Gracias a la no lucha, uno no se apega a las convenciones, formas ni imágenes locales; pero gracias a la no lucha y al actuar, no obstante, con propósito, uno no cae en el vacío indiferente, en la nada muerta" (El secreto de la flor de oro; el secreto de la libertad, nº3).
Ya hablé de la envidia y la admiración genéricamente y en parecidos términos hace mucho tiempo en otra entrada, pero no dije los tópicos a los que no debéis de hacer caso si no queréis ser indiferentes y queréis que vuestro mundo sea mucho más rico y decente, por lo tanto, ¿qué es envidia y admiración para derechas e izquierdas?
Envidia o invidia para las izquierdas es: envidia, pesar de la prosperidad ajena; odio, mala voluntad (hacer odioso a alguno; ser odioso; acarrear odio a alguno; la desgracia de los tiempos). Envidia o invidia para las derechas es: antipatía, odio, mala voluntad (hacer odioso a uno; ser odioso a uno; impopularidad del tratado con Numancia); envidia, rivalidad, celos.
Admiración o admiratio para las izquierdas es: admiración, maravilla, pasmo, estupor; veneración, reverencia, respeto. Admiración o admiratio para las derechas es: admiración, estupor, sorpresa; veneración, respeto.
Si evitamos todas y cada una de estas incongruencias (de primeras), tendremos: una mente y un porvenir sanos y sobre todo, evitaremos deprimirnos por infidelidades, caer en contradicciones personales, buscar cosas en sitios que no son, no disponer de vidas que no nos pertenecen y no acabar siendo el hazmerreír de la gente cuando los vientos soplen desfavorables, como bien digo del cuento.
Dice la fábula de Esopo de "los caminantes y el matojo", que lo que puedas pensar que es fiero de primeras, bien sean unas palabras o unos hechos muy duros, después no lo son tanto y es que, o bien quedas en evidencia, o bien la evidencia te encuentra a tí.
Los estudios eclécticos de latín consideran "invidia" como:
ResponderEliminar->Envidia; odio; reproche; inculpación.
->Odio, antipatía (encender el odio); envidia (producir envidia); celos (por celos o por amor).
En algunos estudios eclécticos "admiratio" solo existe como "admiror" (admirar, admirarse de) y en otros existe como: asombro, sorpresa, estupor (la rareza produce asombro); admiración (ilustre por su fama y por la admiración de los hombres); respeto (respeto a la antigua costumbre).