SLOKA 1. Continuó diciendo Janaka:
El estado de tranquilidad que proviene de "que nada existe excepto el Ser" no puede conseguirse fácilmente, incluso para quien viste con una simple pieza de tela. Hay que abandonar toda idea de dar, recibir y renunciar. Yo vivo en la verdadera felicidad.
SLOKA 2.
Hay circunstancias en que el cuerpo sufre, también hay circunstancias en las que la palabra tiene problemas y la mente se angustia. Por eso, hay que abandonar estas tres circunstancias como una meta superior en la vida. Yo vivo en la verdadera felicidad.
SLOKA 3.
Comprendiendo que nada está siendo intervenido por el Ser, yo actúo según se me presentan los quehaceres. Yo vivo en la verdadera felicidad.
SLOKA 4.
Solo los yoguis que están apegados al cuerpo piensan en la acción o la inacción, lo cual causa esclavitud. Yo estoy más allá de estas vinculaciones. Yo vivo en la verdadera felicidad.
SLOKA 5.
No pierdo ni tampoco gano nada cuando estoy en pie, camino o descanso. Por eso, estando de pie, caminando y durmiendo, yo vivo en la verdadera felicidad.
SLOKA 6.
No pierdo nada cuando duermo ni gano nada cuando trato de hacer algo útil. Por eso, dejando el sentido de ganar o de perder, yo vivo en la verdadera felicidad.
SLOKA 7.
Por eso, habiendo visto repetidamente la naturaleza transitoria de los placeres, etc., y abandonando el sentido de lo bueno y de lo malo, yo vivo en la verdadera felicidad.
Así concluye el diálogo decimotercero del Canto de Ashtavakra, sublime composición mística sobre la dualidad, titulado "La felicidad absoluta", entre el Maestro ocho veces deforme y su sabio discípulo de origen real.
El estado de tranquilidad que proviene de "que nada existe excepto el Ser" no puede conseguirse fácilmente, incluso para quien viste con una simple pieza de tela. Hay que abandonar toda idea de dar, recibir y renunciar. Yo vivo en la verdadera felicidad.
SLOKA 2.
Hay circunstancias en que el cuerpo sufre, también hay circunstancias en las que la palabra tiene problemas y la mente se angustia. Por eso, hay que abandonar estas tres circunstancias como una meta superior en la vida. Yo vivo en la verdadera felicidad.
SLOKA 3.
Comprendiendo que nada está siendo intervenido por el Ser, yo actúo según se me presentan los quehaceres. Yo vivo en la verdadera felicidad.
SLOKA 4.
Solo los yoguis que están apegados al cuerpo piensan en la acción o la inacción, lo cual causa esclavitud. Yo estoy más allá de estas vinculaciones. Yo vivo en la verdadera felicidad.
SLOKA 5.
No pierdo ni tampoco gano nada cuando estoy en pie, camino o descanso. Por eso, estando de pie, caminando y durmiendo, yo vivo en la verdadera felicidad.
SLOKA 6.
No pierdo nada cuando duermo ni gano nada cuando trato de hacer algo útil. Por eso, dejando el sentido de ganar o de perder, yo vivo en la verdadera felicidad.
SLOKA 7.
Por eso, habiendo visto repetidamente la naturaleza transitoria de los placeres, etc., y abandonando el sentido de lo bueno y de lo malo, yo vivo en la verdadera felicidad.
Así concluye el diálogo decimotercero del Canto de Ashtavakra, sublime composición mística sobre la dualidad, titulado "La felicidad absoluta", entre el Maestro ocho veces deforme y su sabio discípulo de origen real.
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