Hablemos de lo que le corresponde a niños y a niñas

A continuación, os voy a poner una noticia en la imagen y mi comentario personal acerca de él en este blog.


"No es la primera vez que hablo, en este blog, de muñecas, pero no he hablado de la disyuntiva que genera que un niño o una niña jueguen con juguetes que no identifica la sociedad como suyos. Para empezar, ¿qué es "sexus"?
Para las izquierdas sexus es: el sexo, distinción en la naturaleza del macho y hembra; el sexo femenino, las mujeres; las partes vergonzosas; sexo (de los animales); (de los vegetales y minerales); (con carácter sagrado secus, más que en nominativo y acusativo) el sexo de varones y hembras.
Para las derechas sexus es: sexo; secus.

Con lo cual, vemos que el que le compre una muñeca a su hijo, aunque sea por error, tiene mucho de cultural (y hablo desde la experiencia).

El pensamiento de izquierdas está apoyado, culturalmente, por fábulas de Esopo como: 1º)  "El trompeta", en el cual se pone en duda la virilidad de los que parecen poca cosa, pero avisan a todo el mundo para que se reúna a la guerra, como gente que en esta, pese a no matar, debe de ser eliminada. Con lo cual, si no eres mujer, no puedes ser mujer y hombre al mismo tiempo, ni reunirlos.
2º)  "El topo y su madre", en el que se pone en evidencia la clara disyuntiva entre ver y oler, en este caso el género, de una piedra que pensaba el topo que era (teniendo presente a su madre) y el grano de incienso (lo que su madre identifica como él). Con lo cual, si eres hombre te toca identificar a hombres y si eres mujer a hombres y mujeres.
3º)  "El jabalí y la zorra", con el que se juega a la siempre preparación del jabalí para el combate, como el hombre para este y la siempre curiosidad de la zorra, como la mujer. En él podemos identificar que la preparación del hombre siempre debe de ser rápida y la de la mujer lenta y curiosa.

Con esto, nos podemos hacer una idea de que para el hijo, su padre andaba errado.

El pensamiento de derechas, aunque simple puede conllevar, añadidas, consecuencias filosóficas foraneas, como por ejemplo las de:
->El cuento hindú de "ansia", en el que se relatan las vivencias de un padre que había enviudado y encauzado a sus hijos y que quería sentir la "unidad con la Conciencia Universal" y como le pide a un yogui que le ayude a su tarea. Este, que vivía cerca de un río, casi en la indigencia, le sumergió la cabeza en un río y cuando casi pierde la consciencia, le saca, y le dice que qué ha sentido, este le dice que unas ansias tremendas de aire, diciéndole el yogui que cuando sienta las mismas ansias, estará en la unidad. Termina con la enseñanza del Maestro de "aunque pienses en la palabra "lampara" no se enciende la luz. Que la motivación de libertad interior sea real (atma) y seguida por la práctica y no se quede sólo en una idea".
->Esto me recuerda al Sarvasara Upanisad, que dice (apartado 6º): "No soy el cuerpo; ¿cómo pueden pertenecerme el nacimiento y la muerte? No soy el "prana (deseo)": ¿cómo pueden pertenecerme el hambre y la sed? No soy conciencia perceptiva: ¿cómo pueden pertenecerme el dolor (soka) y la turbación mental (moha)? No soy el agente de la acción: ¿cómo pueden pertenecerme la liberación y la esclavitud?".

Por lo tanto, para las derechas, podría ser una liberación para el hombre, también, en cuanto a roles y género, como bien demuestro con esta filosofía hindú.

Otra cosa, es que quede bien estética y culturalmente, como bien demuestro en esta imagen de Cuanto Cabrón, no sin antes un poco de malicia (sobre todo para los que no comprenden o entienden), como bien demuestra lo que he dicho.


¡Saludos a los que todavía su visión de la vida no se ha apagado!"

Comentarios