¡Hola! Cuando se es Juez y parte

Es extraño, en mi, empezar con un "hola a todos", pero en este caso, creo que la comparación entre las distintas entradas que he hecho y esta, lo merece. Para empezar, hay distintas formas de decir hola:

-> La primera de ellas es una salutación familiar, la manera de juzgarla es la del Juez Samgar, del libro de los jueces, la manera oficial de saludar a alguien que te invade es con familiaridad. Él saludó a los 600 hombres que entraron en su acomodada tierra (en ese momento), con una aguijada de bueyes, que los derrotó. Por lo tanto, para mí eso es lo que significa saludar familiarmente, saludar con lo que se tiene y un poco de inteligencia, que es como se saluda normalmente por redes sociales, a los llamados "filisteos".

-> La segunda de ellas es la salutación de extrañeza (placentera o desagradable) y os recomiendo, nunca llegar a ella, porque el Juez Ehud asesinó al gordo Eglon, de Moab, durante 18 años, y organizó una rebelión tocando el cuerno en la montaña de Efraím, para que los Israelitas cortaran los vados del Jordán. Lo cual nos enseña que la manera de saludar de los antiguos, tenía otro trasfondo previo, como bien dijo Rod Serling en "dimensión desconocida" en su capítulo "los monstruos están listos en la calle Maple": "Hay armas que son simples pensamientos. Para que conste, los prejuicios pueden matar y las sospechas pueden destruir". Esa es la forma de acabar con la primera forma de salutación.

-> La tercera de ellas es la salutación para llamar a los inferiores y esta solo se debe de utilizar, como último recurso, cuando tratas de saludar, esta es la forma de saludar del Juez Otniel, y es la forma de saludar revolucionaria o por lo menos la que atrae revolución. Si en la anterior salutación, fueron 80 años de paz por el solo recuerdo de esta, el recuerdo de Yahveh, trajo 40 años de paz, después de la revolución. Esta revolución vino de la necesidad de recordarse, a sí mismos, quienes habían sido los Israelitas y Dios, ya que estos sirvieron a dioses que no eran los suyos y cayeron bajo el dominio de Kusán Riseatáyim durante 8 años. Solo se pudo solventar con una guerra encabezada por dicho Juez Otniel. Esta forma de hacer las cosas me recuerda al cuento oriental de "el verdadero interés", en el que un santo asceta se somete a un enterramiento en vida, saliendo libre de ella, por el simple hecho de poseer una piedra preciosa de incalculable valor, por permanecer nada más que un año enterrado (claro que salió y salió con ansias voraces). Con lo cual, saludar como Otniel, llevará a saludar como Ehud y conllevará la consecuencia aislada de saludar como Samgar.

Si vemos la progresión, podemos hacernos una idea de que para alcanzar la paz teórica de Samgar, has de pasar 8 años de olvido (que podría ser una temporada de olvido), que te darán 40 años de paz (paz verdadera), que tras esa paz, vendrán 18 años de idolatría (que podrían ser temporadas al ordenador) y tras esos 18 años de idolatría, vendrán 80 años de paz guerrera, que son en los que se construirá tu familia a partir de ti, inclusive esos 8, 40 y 18 años, que sumándolos todos son 66 años de vida, de los cuales 80 años serán tu familia, según este método de salutación. Los restantes 14 años serán en los que, si has tenido suerte, se te recordará como persona presente.

Esta es mi primera apreciación, de los tres primeros Jueces, desde la salutación.

¡Buen día!

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