Hoy es día de fábulas y cuentos

Hablando con una amiga por el Whatsapp, me comentó sobre ciertas cosas de su vida privada, digamos que es un "bramido-rebramido cervatil", ya que obviamente no puedo contar la vida privada de otra persona, pero no porque yo quiera, sino por lo que se dice en el cuento oriental "comprender lo que uno mismo dice", ya que no hay que mirar tanto lo que uno se dice a si mismo o a los demás, sino más bien lo que uno aprende. No podrías ser friki, sino siguieras a Numero Seis, de la serie "el prisionero", cuando dice: "No seré empujado, expedientado, sellado, catalogado, informado, desinformado o numerado. Mi vida es mía", pues esta podría ser una buena forma de no caer en dicho deje (que aparte, ciertas menciones, según la Ley de protección de datos son ilegales).

Pues refirámonos a mi amiga en el lenguaje de los bramidos. Existe una fábula llamada "la cierva junto al manantial y el león", en el se relatan los complejos de un ciervo por tener las piernas enclenques y su orgullo por tener una buena cornamenta, se ve en un brete con un león (al cual lo califica como león macho, por su corazón) y después de un llano en una zona boscosa, termina siendo devorado, por el león, por un enredo de sus cuernos en las ramas de los árboles, murió por lo que confiaba y no le pudo salvar lo que detestaba, lo cual acabó amando en su lecho de muerte (con lo cual, de ahí viene lo de cierva). Como bien le pasó a mi amiga, muere de macho, no de hembra.

Esta sorprendente transformación del macho en hembra es lo que se conoce como "venusto" y "venustas", el primero con carácter sagrado para las izquierdas como "adorno" y la segunda como: venustidad, belleza, gracia, hermosura agraciada; la felicidad (la belleza y gracia del discurso, del estilo; lleno, colmado de felicidad); autoridad, valor, importancia; (en plural es sagrado).
Para las derechas, esta en esta transformación "venustas", y "venusto", el segundo, con carácter sagrado como "adornar, embellecer" y el primero como: belleza, gracia, encanto, esbeltez, hermosura (solo de la mujer); ingenio, gracia, agudeza (de estilo); gozo, alegría.

Con lo cual, tenemos que para mi amiga, no fue nunca un hombre, por mucho adorno y esfuerzo social que hizo. La calificación de las mujeres, según esta fábula, sería siempre de mujer y no lograría ser hombre nada más que con las izquierdas.

Pero sigamos con las fabulas de cérvidos, tenemos también la fábula de "la cierva y la parra", en la que mi amiga, se metió en un lío con los cazadores que le exigían su pellejo y ella se puso a comer de la misma casa que le cobijaba (parra), no sin antes ser un acto reflejo, del cual se arrepentiría saliendo mal parada de la casa en la que estaba. Esto sería un buen rebramido para los que la quieran ayudar, pero como "la cierva y el león en una cueva", se encontrará que más cazadores y no solo los humanos, sino también los leones, quieren su pellejo y son muy malos médicos. Pero pongamos que sale viva de todo eso y que se encuentra entre su casa y el mar, que solo tiene puesto un ojo a su casa y no vigila el mar (que puede ser internet o un montón de facturas y debes), como en la fábula de "la cierva tuerta" ¿qué le pasaría? que se la terminarían comiendo por el mar, debido a que le falta el ojo en dirección al mar.

Como vemos, estas fábulas de animales, para los que tenéis imaginación, dejan en mal lugar a mi amiga, pero para todo creo que hay una salida. Este, como dice Khayr se encuentra en el "despojamiento" o tajrîd, el cual consiste básicamente en decir: "Paz a todos" tanto en el Paraiso como en el Infierno. Para los que no crean en esto y sean frikis u otakus, es lo mismo que dijo Kurt Vonnegut en Matadero cinco: "y así sucesivamente".

Es como vestir a la federica o "federica", solo un prusiano de la época o un rejoneador lo entienden. Esta forma de ver la vida, para las mujeres de hoy día, es tan necesaria por el simple hecho de que lo útil, tanto si es en plural como en singular es digno de por sí, porque la dignidad se la tiene que ganar quien verdaderamente se la deba de ganar y no por el simple hecho de ser hombre o mujer se es menos venusta, digna, venusto o digno.

Con todo mi ánimo a las mujeres y hombres calificados injustamente y que viven una situación de desamparo por parte de la gente que le rodea.


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