Nasrudín y el sesgo femenino

Hoy es mi intención, empezar con un poema de Rumi, que nos ayude a comprender lo que viene después.


Oh buscador,
¡qué poder tienen sobre ti estos pensamientos!
Nada te pone triste,
nada te pone alegre.

Ardes en las llamas,
más no te dejaré salir,
hasta que estés del todo cocido,
seas totalmente sabio
y completamente tú!

Pues bien, buscando y buscando, me encontré con un cuento del cual creo que me volví un poco más sabio para con las mujeres. Este cuento se llama: "Yo soy el verdaderamente importante" y trata sobre Nasrudín, el cual viaja a la India y visitando los lugares más sagrados, se pone a charlar con la gente del lugar, los devotos, y estos le preguntaron por su mujer y el dijo que estaba en casa mientras el visitaba lugares. Le preguntaron que qué hacía ella y él respondió: "Cosas sin importancia. Ella se encarga de hacer las tareas del hogar; cuida a los hijos, les ayuda con sus lecciones y les da la educación pertinente; va al mercado y compra los alimentos; cuando hay que hacer reparaciones, las hace, y cuando hay que repintar las paredes, también lo hace; saca agua del pozo y se encarga de la huerta; también atiende a mi anciana madre y, a veces, va a casa de sus familiares a echarles una mano". A lo que se preguntaron por qué hacía él y dijo: "¡Ah, amigos, yo soy el verdaderamente importante! Yo soy el que investiga si Dios existe o no".

El cuento termina con la enseñanza del Maestro (discernimiento, ausencia de deseos, conducta recta y amor): "El yoga más elevado es efectuar con eficacia y ecuanimidad las actividades cotidianas. Perderse en abstracciones es tomar la senda equivocada".

Con lo cual, habrá que cocerse un poco el coco para saber qué es lo que dice uno y otro.

En el Bhagavad-gita, en "el yoga del dominio de sí mismo", se dice: "Para el sabio que acaba de iniciarse en el yoga, la acción es la causa; pero este mismo sabio, cuando ha alcanzado la plenitud del yoga, sabe que la causa es el dominio de sí mismo.
Y se dice que se ha llegado a la plenitud del yoga cuando no se está unido a los objetos de los sentidos ni a las obras; cuando se ha renunciado a la voluntad de deseo.
Por el yo superior debes lograr la liberación del yo inferior, y no debes permitir que se destruya el yo, pues el yo superior es amigo del yo, y el yo inferior es enemigo.
El yo es un amigo para el hombre, cuyo yo inferior está dominado por el yo superior, pero quien no ha alcanzado su yo superior, tiene en el yo inferior un enemigo que obra como tal.
Cuando un hombre a conquistado su yo y lo ha dominado, su yo supremo ha alcanzado el considerar equivalentes el frío y el calor, el placer y el dolor, el honor y el deshonor".

No obstante, en el Yoga-sutra del Patanjali se dice (II.33 conferido del 32): "Cuando estas actitudes son cuestionadas, puede ser útil la reflexión sobre las posibles consecuencias de otras actitudes alternativas". Dejando la puerta abierta a otro tipo de posiciones antes de saltar.

Con lo cual, tenemos que la postura hindú es autonomista, igualitarista y abierta de mentalidad.

La postura de la Biblia (Efesios 5; 22-24) y el Corán (Sura 4; 1, 3, 34, 35, 36, 130) de la cual pondré nada más que la 34 y 130: "Los hombres tienen autoridad sobre las mujeres en virtud de la preferencia que Dios ha dado a unos sobre otros y de los bienes que gastan. Las mujeres virtuosas son devotas y cuidan, en ausencia de sus maridos, de lo que Dios manda que cuiden. ¡Amonestad a aquéllas de quienes temáis que se rebelen, dejadlas solas en el lecho, pegadles! Si os obedecen, no os metáis más con ellas. Dios es excelso y grande.
Si se separan, Dios enriquecerá a cada uno con Su abundancia Dios es inmenso, sabio".

Hay una sutil diferencia con la postura India, en esta postura del Islam, aquí es lícito pegar a las mujeres, como durante muchos años lo fue en España con el silencio cómplice de las autoridades, sino atended al refrán de principios del siglo XXI de "a la mujer y a la burra, ¡zurra!, y si es sorda, mejor: así no oye los golpes". Cruel, pero cierto, tanto como la "ley de protección integral contra la violencia de genero". Se potencia en la cultura musulmana el "yo inferior", enemigo del yo y se montan ficciones como las de la Biblia, comparando a la Iglesia con la mujer, sometida a Cristo en todo momento lo mismo que al hombre.

Es lógico que hasta fechas relativamente recientes, la mujer no haya podido ser rebelde en nuestra sociedad, si todavía, no hemos terminado de asimilar la postura hindú, recordándonos la musulmana y cristiana, y pasando a un feminismo de raíz china taoista en menos de 20 años.


Clara imagen de la revolución social que vivimos son películas como "Ciudades de papel" de las cuales os dejo un link del trailer en el cartel.

Lógico que haya tensiones y confusión ¿sois completamente vosotros?

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