El derecho a plantar un pino.

Hoy vengo a vueltas con un koan llamado "Lin-chi planta un pino" que me tiene absorto desde hace días, es de una bondad infinita. Este dice así:

"Un día, mientras Lin-chi estaba plantando un pino en el jardín del monasterio, su maestro, Huang-po, apareció por allí. "Tenemos buenos arbustos alrededor del monasterio, ¿por qué plantas este árbol?, preguntó. "Hay dos razones", contestó Lin-chi, "primero, para embellecer el monasterio con esta planta perenne y, segundo, para hacer un refugio para los monjes de la siguiente generación". Entonces, Lin-chi aplastó la tierra con su azada tres veces para asegurar más el árbol. "Tu afirmación no está de acuerdo conmigo", dijo Huang-po. Lin-chi ignoró a su maestro, murmurando: "Terminado", y pisó la tierra tres veces como antes. "Harás que mis enseñanzas permanezcan en el mundo", le dijo Huang-po".


Así a bote pronto, se me vienen dos enseñanzas bien distintas a la cabeza:

->  Lo que es "plantar un pino" como ir a cagar (típica frase dicha en el sur de España).
->  El proverbio hindú que dice: "El que antes de su muerte ha plantado un árbol, no ha vivido inútilmente".

La primera es un esperpento derrotista de los que suelen circular en España para indicar que vas a ir al servicio, propia de los que no saben como interpretar las enseñanzas de un maestro zen. La segunda es un proverbio antiquísimo de la India que indica la potencialidad de cualquiera de los actos que hagamos en la vida, en este caso concreto, plantar un pino, la cual es ya de por sí una acción buena.


Pero vayamos de por sí más lejos con la acción buena o mala. Pongamos como ejemplo esta imagen:




El monigote José nos dice que para ser como él debes de guardar la intimidad de la pareja, y es así, la intimidad de la pareja es básica para que puedas tener una relación amorosa estable, eso excluye, por lo tanto, para que el amor crezca, poner cada dos por tres muestras de que estás en pareja constantemente. Con esta actitud consigues que la pareja no se quede en exposición y que por lo tanto sea menos vulnerable a ataques externos. Esa es la enseñanza original de la viñeta.

Ahora, desde el socialismo de finales del siglo XIX se ha venido a extender otra filosofía, la que yo llamo la filosofía del cagarro. Esta filosofía está representada por frases como la que he puesto ("plantar un pino") y es sinónimo de exposición de lo desagradable, como la afirmación del profesor zen con el árbol. En esta afirmación se viene a sugerir que el respeto se lo busque uno de puertas para afuera, en vez de puertas adentro. El error de la palabra José como "Losé" debería de ser intencionado, dado que, este error, viene a decir que con la exposición que tienes en redes sociales, estás más que perdido y arruinado en estas y que la ruina irá a más, conforme más vayas publicando en estas (descuida, que si no publicas, se encargarán de secuestrar, algo más tu intimidad, en los móviles de última generación).


Lo violento, de la situación, alcanza el símil de quedarte sin cobijo en un día de mucho sol o que diluvie.


No obstante, hay quien sigue la segunda dinámica, a día de hoy, como son los del partido político Podemos, que hicieron gala de sus intimidades con la salida a escena de un bebe de una diputada (el cual fue hasta amamantado) en el Congreso, con la nueva composición de este. Lo cual, no desmerece la valentía, si cabe, pero genera más problemas a resolver.




¡Qué tengáis buen día y recordad que el artículo 18 de la Constitución española está para utilizarlo!

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