La razón, el tiempo, la comprensión y la autoestima según Marco Aurelio

Hace unos días me volví a leer las Meditaciones del emperador Marco Aurelio, cual fue mi sorpresa, que mi pensamiento está muy necesitado de dichas meditaciones y os pondré unas cuantas y mi comentario.

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"-¿Tienes razón?

-Sí, la tengo.
-Entonces, ¿por qué no la empleas? Pues, si actúa como ella debe, ¿qué más necesitas?".

Esta meditación es aplastántemente contundente, si realmente tienes razón, en lo que objetas, el curso de los acontecimientos te dará la venia para que sigas con tus cosas. Si se da el caso de que no la tienes, dará igual lo que hagas que tus objeciones no conseguirán nada.

Se podría decir que es una buena medicina para los que no se dan por enterados en esta vida.


->  "Sobre el mismo altar había múltiples granos de incienso: uno ardió antes, otro más tarde; ¿qué más da?".

Esto quiere decir, que por mucho que le des vueltas con la edad, acerca de quien tiene la posesión de la verdad, si los jóvenes o los viejos, dará igual, ya que a fin de cuentas todos nos vamos a quemar de una manera o de otra. Lo mismo pasa con la gente que va, de un lado para otro, pensando que si llegan los primeros quedarán en el recuerdo.


->  "En diez días serás un dios para quienes ahora te ven como una fiera o un mono, siempre que te repliegues a los criterios de la razón y la veneres".

En esta meditación se hace alusión a la rápida conversión de la forma en la que tenemos de ver a la gente, si esta forma de ver a la gente es la incorrecta.


->  "No desvaríes; más bien en cualquier empresa devuelve lo justo, y en la percepción de cualquier cosa salvaguarda la capacidad de comprender".

Aquí nos dice que no debemos de ser unos manirrotos con lo que tenemos y que a la hora de obtener las ganancias, las obtengamos con cabeza, vaya a ser que estas nos metan en algún problema. Esta última parte de la percepción, podría ser también útil a la hora de ver una película o leer, conservar la capacidad de comprender y no dejarse enajenar.


->  "No merezco hacerme daño a mí mismo, pues tampoco he hecho jamás daño a nadie voluntariamente".

Hay que ser inteligente, ya que desde el mismo momento en el que haces daño a los demás, aparte de que te quedas sin razón y vienen los remordimientos, todo esto se manifiesta en forma de daño personal.

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