Una carrera de Chite a Talará

En el mes de febrero de 1907 se presentó en Chite un sacerdote para ocupar su nuevo destino como párroco de la localidad. No se supo si es que le cogieron mucho cariño al primero, o que no les gustaban los cambios, y eso que el santo patrón del pueblo era San Segundo. El caso es que lo estaban esperando a la puerta de la iglesia y nada más aparecer, a las mismas puertas de la iglesia, junto a una morera centenaria, lo pusieron morao a palos entre todo el vecindario, apaleándolo y apedreándolo sin piedad.
El pobretico cura se arremangó la sotana y salió echando ost... pitando del pueblo, para no engrosar la lista de mártires del calendario católico. Corrió en todas direcciones intentando escapar de la turba pensando guarecerse en el vecino pueblo de Talará, cuyo curato también le habían encomendado. Tras atravesar la ermita del Santo Cristo, el puente de Isabel II (que no tenía nada que ver con el santo patrón), atravesó el barranco del Arrendate y siguió corriendo hasta Talará.
Los chiteros lo persiguieron hasta cerca de Talará, dejándolo escapar pensando que ya le habían dado bastante, y que se quedaría en Talará y no volvería por Chite. Días después del altercado se presentó en Chite una pareja de la guardia civil para proteger y garantizar el orden, cuando al sacerdote se le pasara el susto y fuera a tomar posesión del cargo.

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