Regalo

Un amigo que desembarcó del mediodía
me regala una gran perla
con diminutas y enrevesadas
letras, tan disimuladamente grabadas
que resultan ilegibles.
La guardé en un cofrecillo
con vistas a pagar la contribución.
Se me ocurrió de nuevo contemplarla,
y al abrir la caja atónito comprobé
que se licuó en mancha sanguinolenta.
¡Qué lástima, qué desventura!
¿Cómo podré ahora satisfacer a Hacienda?

(Poema de la dinastía Tang).

Comentarios