¿Conocemos la muerte?

-Post de FH.
“Temer a la muerte es creerse sabio sin serlo, presumir de saber algo que se ignora. Pues nadie conoce qué sea la muerte“. Sócrates.


-Mi comentario.
Hay cosas con las que mejor no se curiosea.

¡Gracias por el post y buen día!


-COMENTARIO MÍO ANEXO.
Hay una plancha 3 de Blake, que nunca fue hecha o se perdió y es que no se necesita para un filósofo explicar lo que ya no existe, pero si lo necesita un creyente.

En la máxima 26 de Ptahhotep (398) se dice que "es la potencia la que hace crecer el amor". Esto en sí, parece que no dice mucho, pero si pensamos que para comentar cualquier cosa has de tener potencia, lo contrario sería la muerte (en este caso digital).

Los Proverbios (18; 21) dicen que "muerte y vida estarán en poder de la lengua, el que ama comerá su fruto". Podemos pensar que lo bien hecho es algo que perdura inclusive después de la muerte, con lo cual, no es que no se sepa lo que es la muerte, sino, más bien, que es todo lo contrario a la vida y esta puede sobrellevar después de la muerte física (a Sócrates no le hubiera llegado su verdadera muerte todavía).

El Corán dice (Sura 2; 132) que "Abraham ordenó hacer lo mismo a sus hijos varones y también Jacob: "¡Hijos míos! Dios os ha escogido esta religión. Así, pues, no muráis sino sometidos"". Viene a decir lo mismo, la muerte sobreviene cuando se te ha sometido por completo a otro tipo de lógica.

Hay un refrán antiguo que dice que "asý se consuela, quien sus madejas quema", por lo tanto, con lealtad, se puede pasar a mejor vida sin la necesidad de morir en todos los sentidos (se extrapola madejas a vida).

Hay un refrán de izquierdas, que juega con lo que sería el matrimonio, como sometimiento a una vida no espiritual y que para el espíritu es la muerte, que dice que "el que ama a una casada, puede morir de cornada". Sin decirlo, anima a la vida espiritual con un poco de ironía.

También hay un refrán de mi tiempo que dice que "ningún día es malo, si viene la muerte a tiempo". Se vuelve a ironizar sobre la muerte como vida no espiritual.

Unos refranes de derechas clásicos dicen que "muera Marta y muera harta" y "murió el omne, mas non murió el su nombre". Dan a entender la vida espiritual y la mundana a partes iguales.

Existe una frase friki de "el asombroso Spiderman", pronunciada por Mary Jane Watson, que dice que "acéptalo, tigre... ¡Te acaba de tocar la lotería!". Quien haya leído comics o visto películas sobre él y ella, sabrá de su vida espiritual y su relación, siempre a caballo de los dos polos.

Para terminar, hay unos refranes (derechas-tiempo), que dicen que "muera Marta, muera harta" y "calor de julio, castañas seguro". Supongo que más de una conocerá la vida espiritual de las castañas. Para el resto, sobran las palabras.

Por lo tanto, mientras nuestras palabras perduren y haya eco para lo que decimos, no moriremos. Eso es así, tanto espiritual como físicamente.


-Otra notícia y mi comentario al respecto.

-NOTICIA.

http://www.elplural.com/2016/07/13/el-obispo-de-alcal-descubre-las-mujeres-cinco-pasos-para-ser-virgen-por-segunda-vez

-COMENTARIO.
¡Curioso señor!

Escribía esta mañana por redes sociales un comentario filosófico (http://pyrriche.blogspot.com.es/.../conocemos-la-muerte.html) y se preguntaban por la muerte. En la filosofía no existe la muerte, solo la vida y esta es filosófica. La vida espiritual, tal y como la conocemos, proviene de los egipcios, que pensaban que vivías siempre y cuando tú o tus palabras tuvieran potencia, todo lo demás es muerte (inclusive el sexo).

Todo esto proviene de un cuento egipcio, en el que el protagonista se rebana el pene y su mensaje es tan poderoso que embaraza a la mujer que quería, para engendrar un hijo que después la mataría. Si no te parece tan fantasioso, es que, al igual que este hombre del que habláis tienes vocación espiritual, cosa que sería imposible después de tu supuesta muerte teniendo una hija.

Los problemas con la homosexualidad vendrían de esa supuesta falta de pene u órganos sexuales útiles que te querrían inculcar con la espiritualidad.

Cada uno es libre de creer lo que quiera.

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