Una opinión mía más

¡Buenas a todos! Para empezar, el saludo es lo más básico en una relación de mutua confianza, nos descubre ante el otro como un interlocutor válido. Se dice que es de ser personas educadas el saludar cuando se ve al otro. Creo que eso es básico.

Básico es también ser amistoso y no arrogarse la razón por más que esta se tenga. Eso es ser cortés. También es ser cortés llamar a las cosas por lo que son: Si esta idea es mía, es mía, si esta idea es tuya. Tan básico como esto a la hora de respetar a la gente que tienes a tu alrededor.

También es básico en las relaciones humanas, ser respetuoso con la gente que ya no está. Por eso, siempre que hablemos de los demás, hacedlo con un halo de respeto hacia la mirada pasada, a nadie le gustaría que hablasen mal de sus muertos. La escatología es tan importante en el día a día como la forma en la que tenemos de comunicarnos.


También es importante no andarse con prejuicios a la hora de entablar una relación, si no se encaja por las creencias o la forma de ser, puede que la afinidad o el resultado vital entre uno y otro sea tan prospero que encajéis sin necesidad de que haya afinidad entre vuestras creencias. A eso se le llama no ser extremista.

El extremismo es la aplicación rígida e inflexible de las creencias de cada cual con la facultad de no pasar ni un solo milímetro a las de los demás, provocando conflictos serios por la forma en la que se tiene de proceder, descontenta, más que con los demás, con uno mismo.

Podría pensarse que no hay extremistas filósofos. Savater y compañía no son un buen ejemplo, ya que se lo cuestionan absolutamente todo y en su irreflexión enervan la creencia de cada cual, aislándoles de los demás y consiguiendo "de facto" aislarse a sí mismos. Tan mala, o peor, es esta forma de ver la vida, que desde mi punto de vista consigue todo lo contrario a lo que se esfuerza, ya que es obvio que la comodidad del propio punto de vista hace que alternamente se descubran las debilidades de cada cual entrando en enfermedad del alma (lo de no morir más de una vez es un requisito indispensable para el buen funcionamiento de uno mismo).

También, el despedirse adecuadamente cuando crees que tu intervención está dirigida a un público conocido es importante. Pero esto ya lo he mencionado en más de una ocasión.


¡Gracias por escucharme hasta aquí! Otro día, probablemente más.

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