El rey de los leones (cuento indo-tibetano)

También el rey de los leones envejece. Había sido el más fiero y poderoso de la selva, pero estaba viejo y semiciego. A pesar de todo, iba caminando con gran dignidad al frente de su manada de quinientos leones. Claro que, como apenas veía, al pasar junto a un pozo se cayó en él. Los "leonos" siguieron su marcha. ¿Para qué querían a un rey viejo, enfermo y casi ciego? Lo abandonaron a su triste suerte. La situación del anciano león era desesperada. Pero un chacal lo había visto precipitarse al pozo. El chacal era inteligente y se dijo: "Si durante tantos años yo he podido holgazanear a mis anchas y, empero, tener toda la carne que he querido para alimentarme, ha sido, indudablemente, gracias al trabajo de este león. Él me ha favorecido durante muchos años, así que yo debo ahora hacer lo que pueda por él".
El chacal llegó hasta el pozo y comprobó que el león no podía salir porque el caudal estaba bajo. Pero el chacal sacando fuerzas de flaqueza, logró desviar un canal hasta el pozo y, al ascender el caudal de éste, el león pudo salir y salvar su vida. No sabemos si el león y el chacal se hicieron amigos, aunque nos gustaría creer que sí.

El Maestro dice: Hasta el rey de los leones necesita ayuda alguna vez. Nadie hay tan poderoso que no necesite a alguien que lo sea menos. Todos somos interdependientes. En un momento dado, el más poderoso se torna indefenso y el menos poderoso se vuelve imprescindible.

La lección moral nos la da la enseñanza del Maestro, pero hay una enseñanza por debajo. El león viejo sería la pasión dual consumada y venida a menos. El chacal sería una alegoría de que no todo está perdido para aquel que se da cuenta de a dónde le han llevado las pasiones y escapa del "samsara" y de su ilusión "maya" o ciclo de reencarnaciones. Obviamente es muy difícil escapar de ese ciclo y a lo que nos lleva, la conclusión lógica de este cuento, es a la muerte del león (por supuesto) o a la posible muerte del chacal, que serían dualidades cruzadas por un lado el chacal (menos-más) y el león (más-menos).

Aquí tenemos otra forma de ver mi entrada anterior (http://pyrriche.blogspot.com.es/2016/10/amor-con-prisas.html), ya que lo inteligente no es ser león, como propone Sádaba, sino chacal. El distanciamiento y la subjetividad, representados por el chacal serían la solución, frente a la cercanía y el objetivismo del león.

¡Gracias por quedaros a leer hasta aquí!

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