Hua-yen vuelve al mundo de las apariencias

Un monje le preguntó a Hua-yen: "¿Cómo vuelve una persona iluminada al mundo de las apariencias?". El maestro contestó: "Un espejo roto nunca vuelve a reflejar nada, y las flores caídas nunca vuelven a sus viejas ramas".

En este koan se da una pregunta, que como recordaremos es una interrupción a la claridad mental, otra que es una imprevisión. La primera sería una afirmación y la segunda una negación. Entonces, el camino del budismo es no romper, lo mismo que no ser saco de arroz y un percha. Lo que sería no ser un saco de likes y un colgado.

La lección práctica que se puede sacar de este koan es que mientras más cosas rompas, mejor será tu aceptación y la dualidad sería que mientras más likes, más colgado debes de estar.

¡Gracias por seguirme hasta aquí y espero que os sirva!

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