La mente de piedra

Hogen, un maestro zen chino, vivía solo en una ermita en el campo. Un día, cuatro monjes viajeros que pasaban por allí le pidieron permiso para encender un fuego en su patio y calentarse un poco.
Mientras estaban preparando la hoguera, Hogen los oyó hablar sobre la objetividad y la subjetividad. Uniéndose a la discusión, dijo: "Ahí tenéis esa gran piedra. ¿Dónde consideráis que está, dentro o fuera de vuestra mente?"
Uno de los monjes replicó: "Desde el punto de vista budista, todas las cosas son objetivaciones de la mente, así que yo diría que la piedra está dentro de mi cabeza".
"Debes tener la cabeza muy pesada", observó Hogen, "si llevas en tu mente una piedra tan grande como esa".

Este maestro lo tenía claro, casa y campo, y campo y casa. Si vives para ti y tus pasiones o eres objetivo (casa), ellas te encerrarán, si eres subjetivo o no vives para tus pasiones (campo), vivirás una expansión de tu ser tan grande como puedas ser o brahman.

Hace dos años, leyendo ensayos del coreano Byung Chul Han, se me quedó gravada a fuego lo que quiso decir, la clave para cambiar del sistema occidental al oriental es "olvidar". Practicad un poco más el olvido y seréis libres, no practicadlo y no seréis libres de opinar (a veces es mejor tener la mente de piedra).

¡Gracias por quedaros a leer hasta aquí!

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