Todavía vivo

Kosen estudiaba zen con el Maestro Ryoten, intentando meditar sobre el vacío. Ryoten le advirtió: "La meditación intensiva zen debe ser como un mudo que tiene un sueño. Eres demasiado intelectual para estudiar zen".
Lejos de desanimarse, Kosen se agitaba para hacer todavía mayores esfuerzos. Una noche, cuando estaba sentado contemplando la lluvia, un niño monje lo llamó en voz alta. Kosen respondió y, repentinamente, experimentó un despertar de percepción interior.
Posteriormente, Kosen fue a estudiar con el Maestro zen Hakujun. Un día, el Maestro citó una famosa línea de la Escritura que dice: "no permanezcas en nada, pero vivifica la mente". Entonces preguntó a Kosen: "¿Qué es la mente?"
Kosen respondió: "¡¡¡No permanecer en nada!!!"
Hakujun le golpeó seis o siete veces y dijo: "¡Ignorante! Todavía no conoces el significado de las palabras "pero vivifica", ¿verdad?".
En ese momento, Kosen alcanzó la liberación.

La primera parte es parecida al koan anterior (primer párrafo), se da la dualidad de despierto-dormido.

El segundo párrafo es una alusión a lo que es la percepción cuando somos más jóvenes, que está llena de pasiones por las que vivir y no vemos a los demás, solo a nuestras pasiones. La dualidad sería juventud (despierta-dormida)-dispersión.


Los párrafos tercero y cuarto son otra dualidad dispersión-violencia, ya que cuando le pregunta por la mente él le responde violentamente.

Los siguientes dos párrafos son una dualidad represión-liberación, que no se hubieran dado si no se da el caso de que se haya dado la dualidad dispersión-violencia.

Lo que tenemos que para que haya vida ha de empezar la cosa con despertar y terminar en liberación.

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