Un Buda sanador

Tomomura Yushoshi, "Amigo de los Pinos", era de Nagasaki, que en aquellos días era el único puerto de Japón abierto al comercio extranjero. Se dice que Yushoshi había nacido de una relación entre un mercader chino y una prostituta local. Cuando emprendió sus actividades como médico y era cuestionado acerca de sus orígenes, Yushoshi simplemente escribía que era el hijo de una prostituta de Nagasaki. La gente lo alababa por su honradez y fuerza de carácter.
Según las anotaciones escritas por sus estudiantes, a Yushoshi no le preocupaban la reputación ni el beneficio, sino que apreciaba lo virtuoso y despreciaba lo inmoral. Interesado por el budismo y con una inclinación natural por sus enseñanzas, su dedicación predilecta era sanar a la gente y salvar vidas. Para ello estudió las artes médicas taoístas, así como las artes psicológicas de los practicantes chinos, y después meditó día y noche durante tres años hasta alcanzar la comprensión.
Yushoshi proporcionaba tratamiento médico cuando se lo pedían, con notables resultados. Empezó en Kioto antes de cumplir los treinta años y fue el invitado agasajado por los barones de todo el país. También se dice que fue elogiado por el fundador y patriarca de la secta Obaku, escuela zen china que había sido trasplantada a Japón recientemente.
Yushoshi también era versado en adivinación, geomancia y astrología. Se dice que enseñaba estos temas a sus estudiantes, de acuerdo con sus respectivas capacidades.
Una de las particularidades de Yushoshi era la de decir exactamente lo que pensaba en las discusiones con los demás médicos, ya fueran amigos o desconocidos. Si veía que estaban equivocados, les explicaba por qué él pensaba como pensaba, dirigiéndose a ellos sin ninguna vacilación. Si oía que alguien decía algo erróneo, discutía abiertamente. Él mismo afirmaba que lo hacía para ayudar a los demás. En todo caso, y como consecuencia, algunos doctores lo consideraban loco y otros lo consideraban simplemente demasiado directo. Algunos lo alababan y otros lo criticaban.

Aquí tenemos un ejemplo de koan estructurado en base a una historia. En el primer párrafo se hace alusión al orígen del protagonista, Yushoshi, con una dualidad un tanto compleja "ser" o "no-ser" (mercader chino y prostituta local), pero como son términos análogos en la filosofía budista y en la taoísta. El protagonista, para eliminar la dualidad, elige la de no-ser, osea la madre (recuérdese la analogía del Tao-Te Ching del taco de madera).

Según dice el segundo párrafo, era tan buen médico que no tenía interrupciones en la claridad mental, tardó 3 años en perfeccionarse y darse cuenta de que su camino era el correcto. Y se ganó un sitio por su virtud y desprecio de lo inmoral. Esto es una dualidad aceptada.

Su forma de hacer las cosas, por el gran vehículo, sorprendía a propios y a extraños, que es otra dualidad, en este caso una atrayente. Párrafo 3º.

Su brahman (ser) o no-ser taoísta era tan grande que era capaz de adaptarse a la forma de ser de cada uno para dar lo mejor de sí mismo (dualidad geomancia-astrología). Párrafo 4º.

En el 5º párrafo se dice que era alabado y criticado por ser eficaz, cuando los demás estaban en lo erroneo. Aquí se tiene la dualidad final del ser o no-ser alabanza o crítica, que él se saltaba siendo eficaz (no), donde otros no lo eran.

Aquí tenemos el significado perfecto de que "los insultos te resbalen", solo has de encontrar tu taco de madera taoísta, para ser más perfecto, y los insultos solo harán que perfeccionarte. Uno de los insultos más grandes que se le pueden decir a una persona en España es "hijo de puta" y este hombre lo era literalmente, tanto en el sentido positivo como en el negativo. No es cuestión de descubrir todavía la vida de cada cual, cosa que hacemos literalmente en FB con objetividad y poca subjetividad, ni tampoco es cuestión de destruir el taco porque sí. La precisión del taco de madera está en la persona como materia prima y el tallador, que siempre ha de ser uno mismo con la energía que le dan.

¡Gracias por quedaros a leer hasta aquí! Y si os ha servido lo que he dicho, tanto mejor.

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