Educación: sentimiento, materia y, finalmente, cuerpo (con la entrada)

-Post de FH.
-PRIMER POST.
"Se aprende a hablar hablando. A estudiar, estudiando. A trabajar, trabajando. A amar, amando". La frase es de
Francisco de Sales (1567-1622).
Algo similar debió de pensar este youtuber tailandés cuando creó esta campaña. Los perros, aunque sean callejeros, también tienen derecho a ser tratados con cariño. Y al ser queridos responden queriendo. Aprender a amar siendo amados. El vídeo es chulo.
https://www.youtube.com/watch?v=mx3f_xGGmkw

-SEGUNDO POST.
La estupidez y la inteligencia, según el filósofo británico Russell (1872-1970).


-Mi comentario.
-PRIMER COMENTARIO.
Hay una parte del "Emilio, o De la educación" (Libro IV, pags. 427 y 428) que dice:

"Llevando, pues, en mí el amor a la verdad por toda filosofía, y por todo método una regla fácil y simple que me dispensa de la vana sutileza de los argumentos, reanudo por esta regla el examen de los conocimientos que me interesan, resuelto a admitir por evidentes todos aquellos a los que, en la sinceridad de mi corazón, no pueda rehusar mi consentimiento, por verdaderos todos aquellos que me parezcan tener una relación necesaria con esos primeros, y a dejar todos los demás en la incertidumbre, sin rechazarlos ni admitirlos, y sin atormentarme esclareciéndolos cuando no lleven a nada útil para la práctica.
Pero ¿quién soy yo? ¿Qué derecho tengo a juzgar las cosas, y qué es lo que determina mis juicios? Si son arrastrados, forzados por las impresiones que recibo, en vano me fatigo en estas búsquedas, no se harán, o se harán por sí mismas sin que yo me meta a dirigirlas. Por tanto debo volver primero mis miradas sobre mí para conocer el instrumento de que quiero servirme, y saber hasta qué punto puedo fiarme de su uso.
Yo existo y tengo sentidos por los que soy afectado. He ahí la primera verdad que me sorprende y a la que me veo obligado a asentir. ¿Tengo un sentimiento propio de mi existencia, o sólo la siento por mis sensaciones? He ahí mi primera duda, que por ahora me resulta imposible de resolver. Porque afectado continuamente por sensaciones, bien de modo inmediato, bien por la memoria, ¿cómo puedo saber si el sentimiento del yo es algo al margen de esas mismas sensaciones, y si puede ser independiente de ellas?
Mis sensaciones ocurren en mí, puesto que me hacen sentir mi existencia, mas su causa me es ajena, puesto que me afectan a pesar de que yo las posea, y no depende de mí ni producirlas ni aniquilarlas. Con toda claridad concibo que mi sensación que está en mí, y su causa o su objeto que está fuera de mí, no son lo mismo.
Así, no sólo existo yo, sino que existen otros seres, a saber, los objetos de mis sensaciones, y aun cuando esos objetos no fueran más que ideas, sigue siendo cierto que esas ideas no son yo.
Ahora bien, a todo lo que siento fuera de mí y que actúa sobre mis sentidos, lo llamo materia, y a todas las porciones de materia que concibo reunidas en seres individuales, las llamo cuerpo. De este modo todas las disputas de los idealistas y de los materialistas nada significan para mi. Sus distinciones sobre la apariencia y la realidad de los cuerpos son quimeras.
Heme aquí ya completamente seguro de la existencia del universo tanto como de la mía. A continuación reflexiono sobre los objetos de mis sensaciones, y, hallando en mi facultad de compararlos me siento dotado de una fuerza viva que no sabía que tuviera antes.
"

Por lo tanto, si, como dice Francisco de Sales, "se aprende a hablar hablando. A estudiar, estudiando. A trabajar, trabajando. A amar, amando", de primeras, vosotros, los de la página de FH, con este texto de Rousseau, seríais los únicos que estaríais hablando, estudiando y trabajando, y amando, en todo caso, el youtuber, porque en sí seríais los cuerpos y nosotros la materia. Lo mismo se podría decir de mi, hablo, estudio y trabajo con este comentario, pero me es imposible amar porque tendría que ser parte activa de esa campaña de la cual solo he visto el vídeo y lo mismo de la gente que veo en este blog y que no sigo desde hace tiempo.

Mis sensaciones, pues, aquí, son foráneas y como es obvio no me puedo ver mientras estoy en el ordenador con un perro entre los brazos, pero, como he dicho, si hablando, estudiando y trabajando.

¡Gracias por el post y buenas tardes!


-SEGUNDO COMENTARIO.
Hay un proverbio japones que habla sobre la esencia de los problemas. Este dice:

"Si un problema tiene solución ¿para qué preocuparse? y si no lo tiene, ¿para qué preocuparse?"

Si como dice Russell la "esencia" de la bondad son las dudas, la esencia de la maldad es la indiferencia.

¿Cuál sería la "mente"? Dicha mente, en su versión animista, creo que es la de el monstruo "Sogenbi" (Sekien Toriyama; "Guía ilustrada de monstruos y fantasmas de Japón"; El desfile nocturno de los cien demonios ilustrado -Luz-). Como se puede comprender, los estúpidos son los atados a la sensación fácil.

¿Cuál sería la "materia" y el "sentimiento"? Para hacerse una idea, hay que acudir al Hagakure de Jocho Yamamoto (pag. 56). Este dice:

"Las malas relaciones existentes entre los gobernantes actuales y los anteriores, entre padre e hijo, entre los hermanos mayores y los más jóvenes están motivadas por razones egoístas. La prueba está en que no existe semejante relación entre maestro y discípulo."

Por lo tanto, el "sentimiento" debiera de ser todo lo que está fuera de las clases y la "materia" todo lo que está dentro de ellas.

Por lo tanto, el proverbio (o esencia) se puede interpretar así: "Si un problema tiene solución (como las relaciones entre maestro y discípulo, que no las del Sogenbi) ¿para qué preocuparse (ya que solo se debe preocupar uno de la calidad de la materia)? y si no lo tiene (como la familia, el gobierno y las diferencias de edad), ¿para qué preocuparse (si fuera del budismo y las doctrinas religiosas rígidas que representa el Sogenbi, como mal, están bien)?"

¡Gracias por este segundo post y buenas tardes!


-COMENTARIOS ANEXOS.
->El que un problema tenga solución no quiere decir que sea fácil resolverlo. En consecuencia la preocupación la determina la gravedad del mismo y muchas veces tendremos que poner toda la carne en el asador para solucionarlo.
->YOSabes, hará 6 años estaba dando clases de japones con nativos y observé una excesiva rigidez en las faltas que cometía, haciendo, en alguna ocasión, irrespirable el ambiente de las clases. Solo he visto tanta severidad, hasta la fecha, en clases de economía.

El excesivamente blando sistema educativo español, quedaría en evidencia si se aplicara, como aplican ellos, "El Código del Samuray" de Daidoji Yuzan (Capítulo 1; "Justo e injusto", pag. 39) cuando dice cosas como:

"Sin embargo, hablando en términos generales, la alarma para la práctica de la conducta correcta es ante todo que debemos sentir vergüenza del desprecio de nuestra familia, criados y amigos, y después ante el escarnio del círculo más amplio de conocidos y desconocidos, evitando así el mal y obrando bien. Esto se convertirá entonces de forma natural en un hábito y, a su debido tiempo, adquiriremos la disposición para preferir el bien y que nos disguste el mal."

Por lo tanto, dependiendo de la cultura y el nivel de exigencia de la misma los problemas serán obligatoriamente más fáciles de resolver o imposibles de resolver por la maraña de exigencias a las cuales nos sometemos. Esa firmeza y fracaso, en este caso, por falta de ella, es lo que me ha movido a la filosofía oriental, porque muchas veces no tenía ni que argumentar y aprendí la vergüenza de no tener ello.

Ello es por lo que creo que Bertrand Russell se equivoca y en ningún caso los inteligentes pueden estar llenos de dudas, ya que en todo caso sería decadencia.

¡Gracias por el comentario y buenas noches!


->Más bien me atrevería a hablar de personas absurdas que con sus absurdidades perjudican la vida de las personas normales, de la gente corriente que hace bien su trabajo, pretende vivir la vida pero se encuentra con el lastre de éste tipo de personas. Hay que volver a valorar a las personas con mayor preparación, a las que saben más que nosotros. Personas mayores con experiencia de la vida y que no son escuchadas con el debido respeto.
De lo contrario caeremos en una demagogia de la que nos será muy difícil salir.

->YOHesíodo decía en "Trabajos y días" (455-460) que:

"El hombre rico en ardides, precipitado habla de construir un carro; ¡necio!, ni siquiera esto sabe: cien son las partes del carro que debe cuidar tener en casa antes.
Cuando se muestre a los mortales la estación de la arada, entonces lanzaos a la vez los esclavos y tú mismo para [...]
".

El carro, al igual que la razón, necesita tiempo, pero al igual que los carros, los hay mal construidos o bien construidos, viejos modelos mal o bien conservados, y los hay que son nuevos modelos, y pueden ser un engorro o malos, y, también, nuevos modelos y que sean un lujo conducirlos toda la vida.

Por eso, cuando hablas de personas preparadas y personas mayores, es justo prestarse a analizar las "lunas" o belleza externa de los vehículos de nuestra razón y pararse a construir el carro o repararlo con detenimiento (creo que ahí puedes hablar tú más que yo).

¡Gracias por el comentario y buenas noches!

Comentarios