Las enfermedades psiquiátricas de hoy en la filosofía de antes

-Post de FH.


-Mi comentario.
Bueno, ya que habéis puesto esta curiosa entrada sobre la visión psiquiátrica de los filósofos, yo os pondré la mía con un koan zen titulado "la respuesta del muerto". Este dice así:

"Cuando Maniya, el más tarde famoso predicador, fue a ver a un maestro en busca de consejo, este le pidió que le mostrara el sonido de una sola mano.
Mamiya se concentró profundamente. "No trabajas con el suficiente interés", le reprendió el maestro. "Estás demasiado apegado a la comida, a la salud, a las cosas y a ese sonido. Sería mejor que estuvieses muerto. Eso solucionaría el problema."
Cuando Mamiya fue por segunda vez a entrevistarse con el maestro, este le volvió a preguntar por el sonido de una sola mano. Mamiya se echó entonces súbitamente al suelo, como si hubiera muerto.
"Representas muy bien el papel de cadáver", observó el maestro. "Pero, ¿qué me dices de ese sonido?"
"No lo he solucionado todavía", contestó Mamiya, abriendo los ojos.
"Los muertos no hablan", dijo el maestro. "Lárgate de aquí.
"


Lo que no pueda hacer una mano con una vida no lo puede hacer ninguna otra cosa. Las manos nos definen, nos empoderan, nos apartan o nos dan alas para dar mejores maneras a los demás. El sonido de una mano, tiene que ver con las ilusiones desde las que yo escribo, las cuales parten de ser enfermizas, o bien desde el punto de vista de la teoría hesiódica porque sean vistas desde el Caos, o bien desde el punto de vista de lo que los budistas e hindúes llaman "maya". Pensar en el "ser" y en el "no-ser" de continuo es agotador y el agotamiento es filosófico. Dicho predicador del koan se pensaba que la manera de acabar con la ilusión enfermiza era acabar ficticiamente con la ilusión enfermiza, lo cual solo se puede acabar desde la auténtica consciencia de uno mismo o brahman. Esta dualidad se caracteriza por el "estudio de la realidad-no estudio de la realidad".

Todos estos filósofos, y el que escribe, se caracterizan por escribir de la realidad, como el mismo que escribe. Para afirmarme en lo que digo compararé cuatro escritos de Ciorán ("Desgarradura", pag. 82) y cuatro del texto del Gampopa ("Las diez cosas que no engañan", 4-7):

1)
->"Estar convencido de lo que sea es una hazaña inusitada, casi milagrosa."
->"Alimentando altas aspiraciones y esforzándose por tener una conducta modesta, uno no se equivoca."

2)
->"Lo que se le puede reprochar al Nietzsche de los últimos años es el exceso jadeante de la escritura, la ausencia de tiempos muertos."
->"Manteniendo opiniones liberales [sobre la religión] y observando al mismo tiempo escrupulosamente sus votos monásticos, uno no se equivoca."

3)
->"Sólo nos transportan, sólo son contagiosas las palabras nacidas de la iluminación o del frenesí, dos estados en los que nos volvemos irreconocibles."
->"Combinando una inteligencia grande y un orgullo pequeño, uno no se equivoca."

4)
->"Cristo, se ha dicho, no fue un sabio; prueba de ello, las palabras que pronunció con ocasión de la Última Cena: "Haced esto en memoria mía". Lo cierto es que el sabio no habla nunca en su propio nombre: el sabio es impersonal.
Puede ser. Pero resulta que Cristo no pretendió ser un sabio. Se creyó un dios, y eso exigía un lenguaje menos modesto, precisamente un lenguaje personal.
"

->"Siendo rico en conocimientos religiosos y diligente en meditar sobre ellos, uno no se equivoca."

En el artículo psiquiátrico se habla con excesiva seguridad en lo que se dice, cosa que advierte Ciorán a su estilo, y cosa que no se hace en el koan zen que he puesto, que también advierte el Gampopa que simplemente a través de negatividades se genera una respuesta acorde a la persona.

También se hace en el artículo lo mismo que Nietzsche, no dar un tiempo muerto al asunto. Cosa que si hace el koan zen y que además promueve el Gampopa que se maneje (los tiempos muertos).

La diferencia entre un enfermo, como lo que promueve el post de este hombre y un iluminado, como lo que promueve el Gampopa y el koan, simplemente es tener un orgullo pequeño. Cuando uno habla con un enfermo lo primero que le choca es el nivel alto de escepticismo que tiene y normalmente es igual al nivel alto de orgullo y fatuidad, cosa de la cual se va progresando en salud en este tiempo.

La diferencia principal entre el texto que habéis puesto lleno de filósofos enfermos y el koan sobre el predicador y el Gampopa, está en que los primeros son denostados con total impunidad por sus supuestas deficiencias temporales (las cuales me gustaría comprobar en la época y no con los medios actuales, los cuales fueron promovidos por ellos) y los segundos son mencionados a modo de meditación, a los cuales se les dice qué es lo que están haciendo mal, no lo malos que son.

Este artículo, por lo tanto, es un "ídolo de la caverna" como tal dice Bacon ingeniosamente vendido como sanidad, siendo que es una auténtica patraña.

¡Gracias por el post y buen día!

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