Mi respuesta al por qué se venden armas a los países árabes

-Noticia y comentario preliminar.
->Y qué?

-Mi comentario.
Hay unos versos de Homero en "La Odisea" (Canto XI) que dicen:

"Así dije, y él me respondió:
-No me hables de la muerte, ilustre Ulises. Preferiría ser labrador y servir por un salario a un hombre pobre que apenas pudiera mantenerme, a reinar sobre los que ya no son. Mas háblame de mi ilustre hijo. ¿Combate en primera fila o no? Dime cuanto hayas oído del irreprochable Peleo. ¿Se halla en posesión de los mismos honores, entre los numerosos mirmidones, o le menosprecian en la Hélade y en Ftia porque la vejez ha entorpecido sus pies y sus manos? ¡Ay! Ya no soy nadie para defenderle bajo el esplendor de Helios, como lo era algún día ante la gran Troya, cuando yo vencía a los más bravos, combatiendo por los aqueos. Si yo apareciera siendo tal, un solo instante en la morada de mi padre, en verdad que dominara con mi fuerza y con mis manos invictas a aquellos que le ultrajaran o le quitaran sus honores.
"

La alocución es de Aquiles, reinando en el mundo del Hades a los muertos. Él se pregunta lo que debiera de preguntarse cualquier otro que entra en una guerra, que es ¿combato o no combato? Él, sin embargo, da una solución, trabajar, que a fin de cuentas es mejor tener eso en una tierra pobre que entrar en guerra. No obstante, abre la posibilidad con su lamento de utilizar la estrategia (Helios), sin utilizar los soldados, para proteger a su gente.

Platón hace un símil en "Las Leyes" (Libro VI, 769a) del siguiente modo:

"ATENIENSE.-Entonces, hasta aquí parece que se ha jugado bien en este nuestro entretenimiento intelectual propio de ancianos.
CLINIAS.-Bueno, en efecto, es eso a que pareces referirte, pero más bien un trabajo, y propio de hombres maduros.
ATENIENSE.-Tal parece. Pero pensemos en esto otro por si opinas lo mismo que yo.
CLINIAS.-¿Qué es y a qué se refiere?
ATENIENSE.-Ya sabes que, así como la ocupación de los pintores no parece tener fin en relación con las distintas figuras, antes bien, dando color, o quitándolo, o como quiera que llamen a esa clase de cosas los hijos de los pintores, resulta enteramente [como si jamás pudieran cesar de embellecerlas en un punto en que lo pintado no admitiera ya mejora en cuando a hacerse más bello y vivo...]
".

Vender armas a otros países es como dar o quitar pintura, sigue siendo un trabajo por el que no participas en la guerra y que si utilizas correctamente la estrategia te pueden quitar muchos quebraderos de cabeza, sobre todo a la población.

Ese es el discurso ético y moral para vender armas, y no otro.

¡Gracias por el comentario y buenas noches!

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