Efectos negativos de el odio y el miedo

-Post de FH.
Tal día como hoy, en 1783, nació Henri Beyle: Stendhal. Para crear los personajes inmortales de obras como "La cartuja de Parma" o "Rojo y negro" algo debía saber sobre el corazón de los seres humanos. Nos quedamos hoy con este consejo: "Intenta no ocupar tu vida en odiar y tener miedo".


-Mi comentario.
Hay un libro del actor Ethan Hawke, llamado "Reglas para un caballero: Guía para una vida noble" (XVI. El uso adecuado de la palabra -ruiseñor pechiazul-) que nos da un consejo, un desarrollo de este y un breve relato sobre el no odiar y tener miedo. Dice así el consejo:

"No hables mal de los demás. Un caballero no difunde noticias que no ha comprobado y sabe con seguridad, ni censura cosas que no entiende."

El desarrollo sigue de este modo:

"Los chismes y la cháchara que nace de la ociosidad son enemigos de la amistad. Asimismo debéis tener cuidado con la exageración. Un caballero no dice que ama la nueva funda de su espada o que se odia a sí mismo, porque sabe que las palabras tienen significado y no las usa a la ligera. Menospreciaros para suscitar la compasión de los demás no es humildad. Una dama debe siempre recordar respirar mientras habla y no olvidar que las palabras de su boca y las reflexiones de su corazón llevan sobre sus hombros sus acciones, igual que su caballo carga con su peso sobre su lomo.
Un caballero no se lamenta constantemente. Está más que dispuesto a aceptar el cambio y no se dedica a saturar al mundo con sus quejas.
"

No hay que odiar ni tener miedo, y lo más importante de ello son las palabras que se dicen, que no deben de ir en clave de menosprecio.

El ejemplo que pone es muy bueno (pondré solo un extracto):

"-¿Abuelo? -pregunté en un susurro-. ¿Qué hay de malo en observar, fijarse y comentar lo bello que es el mundo?
Hubo un largo silencio y yo me pregunté si ya estaría dormido. De repente oí su voz, clara como la luz de la luna.
-Cuando vamos a pescar, ¿cuál es el objetivo del cebo?
-Atraer a los peces -respondí.
-¿Y el de una trampa para conejos?
-¿Atrapar a los conejos?
-Claro -respondió-. ¿Y dónde queda el cebo cuando se coge el pez? ¿Y el señuelo de la trampa cuando cazamos al conejo?
No estaba seguro de la respuesta, pero aventuré:
-¿Olvidado?
-Exacto. El objetivo de las palabras es transmitir ideas, ¿no? ¿Dónde quedan las palabras cuando ya se ha captado una idea?
-¿Olvidadas? -repetí.
-Exacto -respondió él-. ¿Y dónde podemos encontrar a un hombre que ha olvidado las palabras? Me encantaría charlar con un hombre así, de verdad...
"

Por lo tanto, odiar y tener miedo llevan al adjetivo calificativo de betiberba o hablanchín que habla por los codos repitiendo lo mismo con rapidez fatigante (del latín "battuere" o mover con ímpetu una cosa, más el sustantivo "verba", que es plural de "verbum" o palabra: que bate palabras en su boca).

¡Gracias por el post y buen día!

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