Dos aspectos bien diferenciados de la educación (a tener en cuenta)

-Posts de FH y f & Co.
1º)

"El que domina a los otros es fuerte; el que se domina a sí mismo es poderoso."

- Lao Tsé (570 aC-490 aC)





2º)

http://www.abc.es/cultura/abci-emilio-lledo-filosofia-cuestiona-planes-estudio-porque-no-quieren-pensemos-201803280108_noticia.html

-Mis comentarios.
1º)

En el "Tratado de la flor de oro del uno supremo" o "T'ai-yi Kin-hua tsong che" ("7. La revolución de la luz en la vida corriente"), se dice de esta parte del Tao-Te Ching:

"Dijo el Maestro Liu Tsu:
Cuando poco a poco se va logrando hacer girar la Luz, no hay que abandonar las ocupaciones habituales. Decían los antiguos: "Cuando los asuntos vienen a nosotros, aceptémoslos; cuando las cosas vienen a nosotros, discernámoslas a fondo."
Si uno regula sus asuntos con pensamientos adecuados, la Luz no se ve dominada por lo exterior, sino que gira conforme a la ley que le es particular. Si incluso es posible poner de este modo en marcha una revolución luminosa todavía imperceptible, ¡cuánto más será el caso cuando se trate de la verdadera y auténtica Revolución de la Luz, ya perceptiblemente aparecida!
Si, en la vida corriente, constantemente sabe uno reaccionar ante las cosas mediante reflejos sin intromisión de lo que se piensa de los demás o de sí mismo, de las circunstancias resulta la Revolución de la Luz. Este es el primer secreto.
Si por la mañana temprano puede uno deshacerse de todos los estorbos, meditar unas horas y, pese a las ocupaciones frente a las cosas exteriores, adoptar un método basado en los reflejos y puramente objetivo, si se persevera en ese camino sin interrupción, al cabo de dos o tres meses, bajan del Cielo todos los Perfectos y sellan ese comportamiento.
"

Ese creo que es el secreto de la parte del Tao-Te Ching que habéis puesto.

¡Gracias por el post y buen día!


2º)

Ya que se ha puesto a hablar de Cervantes, hay un aforismo, de su libro "Flor de aforismos peregrinos" (173), que nos enseña lo siguiente:

"En la naturaleza cada cosa engendra su semejante."

¿Cómo se puede aplicar a la educación?

En su volumen segundo del libro "El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha" ("Capítulo XXXV: Donde se prosigue la noticia que tuvo Don Quijote del desencanto de Dulcinea, con otros admirables sucesos", pags. 696 y 697) se relata como ejemplo lo siguiente:

"-¿Qué decís vos a esto, Sancho? -preguntó la duquesa.
-Digo, señora -respondió Sancho -lo que tengo dicho: que de los azotes, abernuncio.
-Abrenuncio habéis de decir, Sancho, y no como decís -dijo el duque.
-Déjeme vuestra grandeza -respondió Sancho-, que no estoy agora para mirar en sotilezas ni en letras más o menos, porque me tienen tan turbado estos azotes que me han de dar, o me tengo de dar que no sé lo que me digo ni lo que me hago. Pero querría yo saber de la señora mi señora doña Dulcinea del Toboso, adónde aprendió el modo de rogar que tiene: viene a pedirme que me abra las carnes a azotes, y llámame alma de cántaro y bestión indómito, con una tiramira de malos nombres, que el diablo los sufra. ¿Por ventura son mis carnes de bronce, o vame a mí algo en que se desencante o no? ¿Qué canasta de ropa blanca, de camisas, de tocadores y de escarpines, anque nos los gastó, trae adelante de sí para ablandarme, sino un vituperio y otro, sabiendo aquel refrán que dice por ahí: que un asno cargado de oro sube ligero por la montaña, y que dádivas quebrantan peñas, y a Dios rogando y con el mazo dando, y que más vale un toma que dos te daré? Pues el señor mi amo, que había de traerme la mano por el cerro y halagarme que yo me hiciese de lana y de algodón cardado, dice que si me coge me amarrará desnudo a un árbol y me doblará la parada de los azotes; y habían de considerar estos lastimados señores, que no solamente piden que se azote un escudero, sino un gobernador, como quien dice: "bebe con guindas". Aprendan, aprendan mucho de enhoramala a saber rogar y a saber pedir, y a tener crianza; que no son todos los tiempos unos, ni están los hombres siempre de buen humor. Estoy yo ahora reventado de pena por ver mi sayo verde roto, y vienen a pedirme que me azote de mi voluntad, estando ella tan ajena dello como de volverme cacique.
-Pues en verdad, amigo Sancho -dijo el duque-, que si no os ablandáis más que una breva madura, que no habéis de empuñar el gobierno. Bueno sería que yo enviase a mis insulanos un gobernador cruel, de entrañas pedernalinas, que no se doblega a las lágrimas de las afligidas doncellas, ni a los ruegos de discretos, imperiosos y antiguos encantadores y sabios. En resolución, Sancho, o vos habéis de ser azotado, o os han de azotar, o no habéis de ser gobernador.
Así que elegid vos mismo."

Aquí tenemos que el gobernar a los demás, como podría ser una clase de alumnos, es diferente a ser sabio, ya que los sabios se caracterizan por el crecimiento personal y humano, como dice Lledó, y gobernar se caracteriza por la crueldad. De lo que se olvida el Duque a conveniencia, es que para ser un buen Gobernador hay que haber sido sabio antes.

Luego por el camino rápido del saber se cumple este aforismo de Cervantes para la enseñanza, pero, no sin antes dar malos resultados a largo plazo en los alumnos que aprendan de él, y su consecuente fracaso en la escuela, como bien apunta Sancho.

¡Gracias por el post y buen día!

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