De lenguajes y de botos

-Post de f & Co.


-Mi comentario.
Hay una parte que me gusta de este artículo de Ana:

"Cabría preguntarse en qué sociedad arcaica vivimos si como Agamenón o el dios quilache de los mayas, la víctima vuelve a ser sacrificada una y otra vez en dobles violencias, físicas y simbólicas, con nuestra complicidad, con nuestro silencio."

En el "Tercer viaje", de Cristóbal Colón (15 y 16 de julio), se dice:

"Domingo y lunes vieron las mismas aves, y más golondrinas, y pareçieron unos peçes que se llaman "botos", que son poco menos que grandes terceras, que tienen la cabeça muy roma o bota. Dize aquí el Almirante, incidentemente, que las islas de los Açores, que antiguamente se llamavan "Casetérides"; están situadas en el fin del quinto clima."

Esta palabra de "boto" tiene el significado de salir y de obtuso. Los mismos marineros sabían que si salían de lo conocido hasta el momento, serían terceros, siendo primero botos si encontraban algo. Luego para occidente, el hecho de salir de la sociedad implicaba el hecho de salir del mapa, siendo obtuso.

En el Popol Vuh (25. La muerte de los padres) se dice:

"Estas palabras pronunciaron cuando se despidieron. Luego dejó Balam Quitzé la señal de su existencia:
-Éste es el testimonio y mandato que dejo para vosotros. Éste será vuestro poder y vuestra fortaleza. Yo me despido lleno de tristeza -agregó. Entonces dejó la señal de su ser, el Pizom-Gagal, así llamado, cuyo contenido era invisible, porque estaba envuelto y no podía desatarse; no se veía la costura y nadie lo vio cuando lo envolvieron.
De esta manera aconsejaron y despidieron, y en seguida desaparecieron allá en la cima del monte Hacavitz. No fueron enterrados por sus mujeres, ni por sus hijos, porque no se vio qué fue de ellos cuando se desvanecieron. Sólo se vio claramente su despedida, y así el envoltorio, la "Envoltura de la Fortaleza", fue muy querido y sagrado para ellos. Era el testimonio de sus padres, e inmediatamente quemaron copal ante este recuerdo de sus padres."

En México hay un refrán que dice:

"La verdad no peca pero incomoda".

La verdad es susceptible de ser guardada y no pronunciada, si se pronuncia, ésta incomoda. Esa es la fortaleza de un mexicano.

En el Chilam Balam de Chumayel (1. Crónica de los antepasados) se dice:

"Nuestro Padre Dios fue el que ordenó esta tierra.
Él creó todas las cosas del mundo y las ordenó.
Y aquellos pusieron nombre al país y a los pueblos, y pusieron nombre a los pozos en donde se establecían y pusieron nombres a las tierras altas que poblaban y pusieron nombre a los campos en que hacían sus moradas. Porque nunca nadie había llegado aquí, a la "garganta de la tierra", cuando nosotros llegamos."

En México hay otro refrán que dice:

"Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres".

Aquí tenemos una ruptura de la tradición, porque el nombre de Dios como tal no existía hasta la fecha, luego hay una mala conversación.

En la "Relación de las cosas de Yucatán" (5. Vida y creencias de los mayas), de Diego de Landa, se dice:

"Que tienen mucha cuenta con saber el origen de sus linajes, especialmente si vienen de alguna casa de Maya-pán y eso procuran saberlo de los sacerdotes, que es una de sus ciencias, y jáctanse mucho de los varones señalados que ha habido en sus linajes. Los nombres de los padres duran siempre en los hijos, en las hijas no. A sus hijos e hijas los llamaban siempre por el nombre del padre y de la madre, el del padre como propio y el de la madre como apelativo; de esta manera, el hijo de Chel y Chan llamaban Nachanchel, que quiere decir hijos de fulanos y ésta es la causa (por la cual) dicen los indios que los de un nombre son deudos y se tratan por tales. Y por eso cuando vienen a parte no conocida (y se ven) necesitados acuden luego al nombre, y si hay alguien (que lo lleve), luego con toda caridad se reciben y tratan. Y así ninguna mujer u hombre se casaba con otro del mismo nombre porque era en ellos gran infamia. Llámanse ahora (por) los nombres de pila y los propios."

Luego, el ser un tercero y alguien mezclado en la sociedad de recepción, indica salida de la sociedad de origen y pensamiento obtuso.

El tercero o, como bien dice Ana, "homo sacer" somos nosotros si nos salimos de la sociedad con nombre de pila y nombre propio, pero no si somos alguien perfectamente reconocido para el resto de las personas que tenemos a nuestro alrededor. Por lo tanto, una vez salimos de la sociedad somos como ese pescado que menciona Cristóbal Colón o "boto", aunque, sinceramente, a eso se le llama en mi ciudad, Granada, "crihtobicah" o teatrillo o espectáculo de marionetas de guiñol (chacolineh).

Por lo tanto, el sistema se refuerza si no hay memoria, y si la hay, teóricamente tiene que ser un remanso de paz.

Eso es lo que opino.

¡Gracias por el post y buen día!

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