De las reminiscencias

-Post de f & Co.

John Dewey (1859-1952), filósofo y educador estadounidense.

-Mi comentario.

En la "Ilíada" (Canto VIII; 165-170), de Homero, se dice de las reminiscencias:

""[...] y tú no pondrás el pie en nuestros muros, ni a las mujeres
te llevarás en las naves: antes te obsequiaré con la muerte."
Así habló, y el Tidida vaciló y estaba indeciso
sobre si hacer girar los caballos y luchar frente a frente.
Tres veces vaciló en su mente y en su ánimo,
y tres veces desde los montes del Ida tronó el providente Zeus, [...]"

Como se puede ver, las reminiscencias son mensajes del cuerpo que son contradictorios con nuestras palabras. Confunden, estas reminiscencias, a la mente y a los sentidos en el caso de los conflictos de palabras, ya sean empáticos o simpáticos, y se confunden con la muerte.

Platón (Timeo; 23b) nos decía de las reminiscencias, en general, lo siguiente:

"SÓCRATES.-[...de modo que] nacéis de nuevo, como niños, desde el principio, sin saber nada ni de vuestra ciudad ni de lo que ha sucedido entre vosotros durante las épocas antiguas. Por ejemplo, Solón, las genealogías de los vuestros que acabas de exponer poco se diferencian de los cuentos de niños, porque, primero, recordáis un diluvio sobre la tierra, mientras que antes de él habían sucedido muchos y, en segundo lugar, no sabéis ya que la raza mejor y más bella de entre los hombres nació en vuestra región, de la que tú y toda la ciudad vuestra descendéis ahora, al quedar una vez un poco de simiente. Lo habéis olvidado porque los que [sobrevivieron ignoraron la escritura durante muchas generaciones.]"

Platón y su maestro eran de los de la opinión de que esa confusión, de la mente y las palabras, viene de haber sabido leer y escribir durante muchas generaciones, y esta nos hace recordar hechos pasados, como un diluvio (Zeus) o un conflicto (Tidida), pero también lo poderoso y grato de nuestra genealogía mientras más profundizamos en dicha escritura y su muerte. Por lo tanto, si no supiéramos leer solo habría palabras huecas, llenas de sentimientos y sin mente, nos daría igual de dónde proviniera la persona que nos habla y no recordaríamos los desastres.

Por eso es por lo que la mente va por estratos y no hay que recordarlo absolutamente todo, puesto que en ello deviene nuestra integración con los demás, en la sociedad, y nuestro éxito.

Eso es lo que veo.

¡Gracias por el post y buen día!

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