Reflexiones sobre el negocio en internet

-Post de f & Co.
¿QUIÉN DEBE GOBERNAR? (II)
Nos guiamos por la "Historia de la filosofía" de Reale y Antiseri (Herder). Capítulo dedicado a Karl Popper: "Popper sostiene que la pregunta platónica es irracional; nos pide buscar lo que no existe: no existe ni un individuo, ni una organización, ni una clase, ni una raza que hayan venido al mundo con el atributo de la soberanía sobre los demás. En opinión de Popper, lo racional, en cambio, es hacer esta otra pregunta: «¿Cómo podemos organizar las instituciones políticas de modo que sea posible impedir que los malos gobernantes o los incompetentes hagan demasiado daño?». La pregunta del demócrata no es «¿quién ha de gobernar?», sino «¿cómo controlar a quien gobierna?".
Pues vámonos con esa última pregunta: ¿Cómo controlar a quien gobierna?


-Mi comentario.
Creo que la clave está en lo que dice Schopenhauer, en su segundo volumen de "El mundo como voluntad y representación" (Complementos al Libro Cuarto -Sobre la muerte y su relación con el carácter indestructible de nuestro ser en sí-; 553), cuando se explica del siguiente modo:

"[De ahí que Platón atribuya un auténtico ser únicamente a las ideas, esto es, a las especies, mientras que los individuos sólo tienen un incesante nacer y perecer. De la honda consciencia de su carácter imperecedero surge también la seguridad y la tranquilidad de ánimo con que cada indivíduo animal o humano camina despreocupadamente entre una legión de azares que pueden anularlo a] cada instante, afrontando además la muerte: por sus ojos mira la tranquilidad de la especie, a la que esa desaparición no le inquieta ni le interesa. Esta tranquilidad tampoco podrían prestársela al hombre los dogmas inseguros y cambiantes. Mas, como se ha dicho, la visión de cualquier animal enseña que la muerte en su manifestación no estorba al núcleo de la vida, a la voluntad. ¡Qué insondable misterio entraña cualquier animal! Mirad al más cercano, a vuestro propio perro: ¡qué alegre y tranquilo está! Muchos miles de perros hubieron de morir antes de que a éste le tocase vivir. Pero la desaparición de esos miles no ha quebrantado la idea del perro: no se ha visto turbada en lo más mínimo por todo ese morir. Por eso el perro está ahí tan fresco y lozano como si éste fuera su primer día y ninguno pudiera ser el último, y en sus ojos brilla el principio indestructible que hay en él, la fuerza originaria. ¿Qué es entonces lo que ha muerto a través de esos milenios? El perro no, pues está sano y salvo delante de nosotros; sólo ha muerto su sombra, su trasunto en nuestro modo de conocimiento ligado al tiempo. Mas, ¿cómo puede tan siquiera creerse que perece aquello que existe por siempre y colma todo el tiempo? Desde luego, la cuestión es explicable empíricamente: en la medida en que la muerte aniquila a los individuos la procreación produce otros nuevos. Pero esta explicación empírica es tan sólo aparente: coloca un enigma en el lugar del otro. La comprensión metafísica del asunto es la única verdadera y satisfactoria, aunque no sea tan asequible.
Kant, con su método subjetivo, puso de manifiesto la gran verdad, si bien negativa, de que la cosa en sí no puede incumbir al tiempo, porque éste se halla prefigurado en nuestra captación. La muerte es el final cronológico del fenómeno temporal, pero en cuanto eliminamos el tiempo deja de haber final alguno y esta palabra pierde todo su significado. Sin embargo, por el camino objetivo, aquí yo me esfuerzo ahora por constatar lo positivo de la cuestión, a saber, que la cosa en sí no se ve afectada por el tiempo y lo que sólo éste posibilita, el nacer y perecer, así como que los fenómenos en el tiempo ni siquiera podrían tener esa existencia incesantemente fugaz [y que se halla muy cerca de la nada, si en ellos no se diera un germen de eternidad. La eternidad es, sin duda, un concepto que no tiene como fundamento intuición alguna: su contenido es meramente negativo y enuncia una existencia intemporal]".

El medio para controlar a un gobernante es controlar su tiempo, luego su eternidad, si es que lo vemos desde el punto de vista de la verdad en la mentira, porque tal parece que no le vale el conocimiento de la verdad temporal y atmosférica que le di en la anterior entrada. Según lo que hemos puesto, la pregunta en individual es irracional, porque contiene la muerte y la vida de la idea.

Retomemos el ejemplo de Fernando (https://bit.ly/2mPyHdA), que tiene una idea de negocio con la filosofía, pero no me agrega su negocio, me agrega él, ¿cómo me debería de tomar la idea de su negocio con la filosofía, desde su negocio o desde él? La idea que me ha vendido es la de un negocio personal, una especie de autónomo.

Mis normas son, en el mío, mantener cierta distancia personal del negocio a la persona (https://bit.ly/2mSaOlJ), pero solo un camino intermedio para hacer constar de su función pública hacia mis allegados y los intereses que me vayan surgiendo.

¿Qué es lo que dice la metafísica de los refranes de izquierdas, sobre el tiempo y el dinero, en la idea de negocio?

"El que habla mal de su empresa,
habla mal de su presencia."

Por este refrán me dicen que si me ofreces una imagen negativa de la idea de tu presencia, es que no me estarás vendiendo la idea de tu empresa sino la tuya, ¿qué respondo a esto? ¿Lo trato como una empresa o lo trato como un particular?

"Si trabajas por tu cuenta,
nunca te salen las cuentas."

La metafísica de este refrán de izquierdas nos dicen que si eres tú, personalmente, el que trabaja, no te salen las cuentas. ¿Me podéis decir si me lo como con papas?

"El que monta un negocio
y no es pesetero,
pronto pierde su dinero."

Ya hablé largo y tendido sobre lo que es el dinero y su creencia (https://bit.ly/2uYsoJa) y algunos métodos de este (https://bit.ly/2K6y1Kc), he de decir que ni fue fiel a la necesidad de prosperar de él, ni fue fiel a su amistad conmigo.

Hizo suya la frase friki (que de esos temas le gustan y aprovecha) de (Randal Graves en "Clerks"):

"Este trabajo lo fastidian
los malditos clientes."

¡Claro que sí!, si montas un negocio en internet la culpa es de los malos clientes, y ¡tira millas!, ya que se tiene ahí la idea de que todos los que te hablan son malos. Y puesto que son malos, la gran mayoría (que más bien diría que no saben argumentar ni se preocupan), tienes el presupuesto idóneo de la mentira para purificar lo que quieras la idea que tengas.

Luego os lanzo esta pregunta, ¿qué es más útil aquí (y en este caso), la verdad de la verdad, o la verdad de la mentira? Coja como coja al mal gobernante solo tiene que ser cercano para hacer una mentira verdad, y lejano para hacer una verdad mentira. Por lo tanto, lo lógico y coherente no es lo que dice Popper, sino la verdad, debido a que sino, tenemos listos o desprevenidos, como Fernando, que nos montan un caos, en toda regla, con su supuesta visión del mundo.

Esa es mi forma de verlo.

¡Gracias por el post y buen día!

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