Cuando el cerebro está ciego

-Post de f & Co.


-Mi comentario.
Si es cierto que tengo el cerebro ciego porque mis ojos no me sirven, debe de ser desde que dije:

"Rendido he, en ruina me hallo."

Pero el caso es que "El Corán" (Sura 21;94) dice:

"El esfuerzo del creyente que obra bien no será ignorado. Nosotros tomamos nota."

Por ello no he de preocuparme.

Sentimentalmente suspiro por el amor que todavía no tengo, y el "Tratado del amor" (12.8), de Ibn Arabi, dice:

"El estado del amante es sentir hastío al velo indisociable (suhba) que se interpone entre él y el encuentro (liqa') con su bienamado."

Un hadiz de El Profeta (5), en la recopilación de Al-Nawawi, dice lo siguiente por boca de Umm 'Abd Allâh 'Â 'isha:

"Quien introduce en nuestro asunto algo que no estaba en él, será rechazado".

Lo cual da al "Al-Hikam" (76), de Ibn 'Ata' Illâh, que dice:

"Entristecerse por haber omitido obedecer a un mandamiento, sin que te esfuerces por obedecerlo, es signo de ilusión."

El hadiz también se dice de la siguiente manera:

"Quien actúe de un modo que no esté conforme con nuestro asunto, será rechazado."

Que en "Las enfermedades del alma y sus remedios" (24), de Shaykh Al-Sulamî, se dice del siguiente modo:

"Una de las enfermedades del alma es formular deseos de manera desconsiderada. Y desear oponerse a Dios Altísimo en el decreto y en el destino que ha escogido para el murîd.
El remedio correspondiente es que el murîd sepa que ignora las consecuencias de su deseo: ¿lo arrastrará a un bien o a un mal? ¿A lo que lo satisfará o a lo que lo encolerizará? Si conoce con certidumbre el carácter ilusorio ('ihâm) de su deseo, lo censurará y lo rechazará; regresará al contentamiento (al-ridâ) y a la resignación (al-taslîm) y recobrará el reposo. En este sentido dijo el Profeta -que Dios le prodigue bendiciones y paz-: "Si uno de vosotros desea algo que reflexione en lo que desea, pues no sabe lo que se ha escrito para él en ese deseo". Y también dijo: "Que ninguno de vosotros desee la muerte a causa de un mal que le ha afectado, sino que diga: "Oh Dios mío, consérvame con vida mientras la vida sea un bien para mí y llámame a [Ti] (tawaffanî) si es mejor para mí la muerte""."

Por lo tanto, en mi frase, a la hora de la verdad tenemos que el esfuerzo del creyente es escuchado, pero que este esfuerzo ha de ser un hastío hasta llegar al bienamado, que primeramente tiene que ser un esfuerzo por cumplir, y de segundo ha de ser una recomendación de ignorancia ante lo que no se sabe. Por lo tanto, el cerebro estará ciego ante los ojos si este no se esfuerza por cumplir ante el amado, y reconoce su ignorancia en temas de los que desconoce.

Eso es lo que veo y conozco en el proverbio árabe.

¡Gracias por el post y buen día!

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