La opinión pública: La higiene del sueño en los ordenadores

-Post de f & Co.
Friedrich Hegel (1770-1831), filósofo alemán.


-Mi comentario.
Existen dos "aforismos felinos" (Ennio Flaiano y François-René de Chateaubriand) que nos hablan de la opinión pública de hoy por internet, dicen así:

"Mi gato hace todo lo que yo querría hacer pero con menos literatura."

"El gato vive solo, no necesita la compañía de nadie, obedece únicamente cuando quiere, finge dormir con la excusa de que así ve las cosas con más claridad, y araña todo lo que cae en sus zarpas."

Al primero de los aforismos felinos le corresponde la parte de "Aforismos" (II; 3) de Hipócrates que dice:

"Sueño, insomnio, cuando son excesivos, malos síntomas."

La palabra "insomnio" en griego es "agripnia" y tiene una curiosa etimología, que significa "desvelo y vigilia", proveniente del verbo "agreyein" o "atrapar, poner trampa", de la raíz indoeuropea "ag" o "conducir", de la raíz verbo "hypnon" o "dormir, soñar", de la raíz "swep" o "dormir" y el sufijo "ia" para formas abstractos. Con lo cual nos estaría diciendo que sería conducir a una trampa del dormir o sueño en lo abstracto, como el ordenador en "desvelo y vigilia". Por lo tanto, la opinión pública de hoy día se asemeja a una trampa de sueño, como esta en la que estamos. El exceso de literatura es una trampa de sueño, que te da la apariencia de enfermizo.

Al segundo de los aforismos felinos le corresponde la parte de "Aforismos" (VII; 72) de Hipócrates que dice:

"Sueño, insomnio, en exceso, son una enfermedad."

A parte de lo indicado antes, con el carácter enfermizo de los ordenadores y su trampa de sueño, está la enfermedad que provocan y que indican artículos como este - https://bit.ly/2oblPPy -, que de últimas se trata con benzodiacepinas como las indicadas en este artículo descargable - https://bit.ly/2BPOt2A - y bajo prescripción médica. Me quedo con las prevenciones y la terapia cognitivo-conductual:

Prevenciones:

Evitar utilizar el dormitorio como lugar de trabajo o para realizar otras actividades que no sean el reposo. Esto ayuda a asociar la cama con el sueño.
Acondicionar el dormitorio antes de dormir para que tenga la temperatura adecuada.
Crear un ambiente relajado y confortable en la habitación, modulando la intensidad de la luz y evitando los ruidos.
Desconectar los móviles y otros dispositivos electrónicos y retirarlos del dormitorio.
Acostarse siempre a la misma hora para que el sueño se convierta en un hábito.
Realizar actividades relajantes una hora antes de acostarse.
Evitar hacer ejercicio intenso antes de irse a dormir.
Evitar las cenas copiosas que pueden dificultar la digestión y hacer que resulte más difícil quedarse dormido.
Limitar la ingesta de grandes cantidades de líquidos antes de dormir para evitar que la necesidad de orinar interrumpa el sueño.
En verano, es importante no dormir con las ventanas abiertas para evitar que los ruidos de la calle interrumpan el sueño.
Bajar las persianas para que el exceso de luz no nos despierte al amanecer.

Terapia cognitivo-conductual de reeducación del sueño (70% de eficacia):

No ir a la cama hasta tener sueño.
No ver la televisión, leer o comer en la cama.
Se deben evitar agentes externos que produzcan ruido y que puedan interferir en el sueño, como los teléfonos móviles o la televisión.
Separación mínima de una hora entre la última ingesta y acostarse.
Evitar las comidas copiosas.
Eliminar el alcohol ya que, a pesar de inducir el sueño, produce despertares precoces y reduce el tiempo total de sueño.
Evitar tomar medicamentos que puedan producir insomnio como los glucocorticoides o los diuréticos.
Reducir el consumo de cafeína y tabaco.
Practicar ejercicio físico regular, pero nunca antes de acostarse.
Mejorar las condiciones ambientales, reducir los ruidos y evitar las temperaturas extremas.
Restricción del sueño: acortar el tiempo de cama al tiempo de sueño real. Posteriormente se va adelantando a la hora de acostarse de 15 a 30 minutos.
Terapias de relajación.
Establecer una rutina horaria para fijar el reloj biológico.

Luego la opinión pública de hoy día no puede tener capacidad para formar algo grande, porque, primeramente, está el carácter enfermizo que rodea a medios como éste (de ahí que haya que hacer política seriamente) y la escasa concienciación de ello en los medios y en la sociedad, y, de segundo, están el descontrol y la falta de hábitos saludables que te llevan directamente a la enfermedad real. Por eso, mientras siga aquí, jamás tendré reputación, dinero y familia, porque no existe concienciación ni hábitos en la sociedad para evitar este mal o trampa a la que nos hemos acostumbrado.

Hegel tiene razón, pero hay que matizar.

¡Gracias por el post y buen día!

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