El concepto de novedad en el "sentido común" para un nórdico

-Post de f & Co.
¿El sentido, el significado, varía en función de las circunstancias? Lo decimos por esto que firma Jean Améry en "Más allá de la culpa y la expiación", donde examina algunas cuestiones tras su paso por Auschwitz: "Al igual que los versos sobre las tapias mudas (...), también las sentencias filosóficas perdían su trascendencia y se nos transformaban en una mezcolanza de constatación objetiva y de palabrería vacía: cuando significaban algo, parecían triviales, y cuando no eran triviales, ya no significaban nada. Para reparar en esta circunstancia no necesitábamos de ningún método de análisis semántico y de ninguna sintaxis lógica: bastaba con ver la torreta de vigilancia y sentir el olor de la grasa calcinada".


-Mi comentario.
En "El Kalevala" (Canto XXIII; 60-70) se da una máxima nórdica para los incautos, dice así:

"Olvida las viejas costumbres
y adopta otras nuevas, olvida
las cualidades de tu madre
y hazte a las mañas de tu suegra;
no olvides hacer reverencias
y cuida mucho lo que digas.
Olvida las viejas costumbres
y adopta otras nuevas, renuncia
al buen carácter de tu hermano
y adáptate al de tu cuñado;
no olvides hacer reverencias"

Por un lado te dice que olvides las cualidades positivas que tiene tu madre, para adaptarte a las cualidades positivas que tiene tu suegra, y, por otro lado, que olvides el espíritu de hermandad, para adaptarte al de tu cuñado, todo ello olvidando las costumbres, adoptando otras nuevas y cuidándote mucho de las mentiras. Por eso olvida un nórdico a la gente.

En el "Edda Mayor" ("La canción de Grotti", 13) se explica de la siguiente manera:

"A Suecia nosotras marchamos después,
las dos sabedoras, en busca de guerra:
osos retamos, escudos rompimos,
pasamos la hueste de grises cotas."

La razón es que a nivel de piel (Suecia) solo queda la marcha de guerra retando lo importante, rompiendo la creación y observando las defensas.

En el "Cantar de los Nibelungos" ("XX. De cómo el rey Etzel mandó buscar a Crimilda"; pag. 204) se expresa de este modo:

"Así dijo Gieselher, el héroe de los borgoñones:
-Ahora podéis manifestar alguna lealtad, amigo Hagen; resarcirla ahora de los males que le habéis causado. Dejad de negar lo que pueda ser un bien para ella. Hartas penas habéis causado ya a mi hermana. -Y Gieselher añadió-: Si os odia, no es sin motivo, que nadie ha quitado a una mujer tal cantidad de dicha.
-Quiero haceros ver lo que no veis: si ella se hace esposa de Etzel y sigue viviendo en su país, nos hará padecer grandes pesadumbres, pues allí tendrá muchos hombres valientes a su servicio."

Es de nórdicos olvidar los lazos familiares que te llevan a un estatus, siempre y cuando hayas encontrado otro estatus más justo, y esto es aplicable a la política.

Esto lo aprendí cuando vivía en una residencia de estudiantes de diversas nacionalidades, una vez dos francesas me dijeron que querían que impusiera orden en dicha residencia, como ya sabía cuál iba a ser el resultado de hacerme cargo, opté por una solución muy diplomática: les miré me callé y me fui de ahí lentamente, ya que sabía que si hablaba y no les dejaba libertad no tendrían otra alternativa que ser españolas y comportarse como tal. No me extraña que alguien que se convierte en trivial pase a valer prácticamente nada con ellos, es algo que lo sé en propia piel.

De todas maneras, aquí no es que pensemos que debemos acogernos a un nuevo estatus de por sí, sino más bien que forzados por la situación pasamos a valer poco menos que nada. Lo cuál es un pensamiento muy arraigado en la derecha española, el cuál nos lleva no a evolucionar nuestra cultura, sino más que otra cosa a degenerarla al no cambiar de presupuestos de cualquier clase, siendo muy propia la expresión que circula por Twitter en multitud de cuentas de que "España es una mierda".

¡Gracias por el post y buenas tardes!

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