La máxima explicación de la tolerancia a todos los niveles

-Post de f & Co.
Anne M. Lindbergh, escritora y pionera de la aviación: "La simplificación de la vida supone prescindir de lo superfluo, convencerse de que son muy pocas cosas las indispensables". ¿Cuáles crees que son esas pocas cosas indispensables? ¿Cuáles son para ti?
(*Foto: Archivos del San Diego Air and Space Museum)



-Mi comentario.
Hay un cuento del "Sendebar" (6), que dice así:

"Vino la mujer el tercer día, lloraba y daba voces ante el rey.
-Señor, estos tus privados son malos y te matarán, así como mató una vez un privado a un rey.
-¿Cómo fue eso?
-Era un rey, tenía un hijo apasionado por cazar; el privado hizo de manera que fuese a su padre para pedirle licencia para ir a cazar.
Ya en el monte se les atravesó un venado y le dijo el privado al joven: -Ve tras él hasta que lo alcances y lo mates y se lo llevamos a tu padre.
El joven persiguió tanto y tan ahincadamente al venado que se perdió de sus compañeros. Caminando, encontró un sendero, y a la vera una moza que lloraba.
-¿Quién eres tú?
-Yo soy hija del rey de tal lugar y venía sobre un elefante con mis parientes; tomóme el sueño, me caí; mis parientes no lo vieron y al despertarme no supe a dónde ir; he caminado tras ellos hasta que perdí sus huellas.
El joven tuvo duelo de ella y la subió en las ancas del caballo hasta una aldea despoblada.
Entonces dijo la joven: -Bájame, lo necesito, en seguida vuelvo.
El joven lo hizo así, ella entró en el casal despoblado, y esperó un gran rato; cuando vio que ella tardaba, se apeó, se subió a una tapia, oteó y observó que era una diabla con todos sus parientes. A quienes decía:
-Un mozo me trajo a caballo, mirad cómo lo he traído.
-Pues vete hasta el próximo casal con él, que nosotros te alcanzaremos.
Cuando el mozo oyó esto tuvo gran miedo; descendió de la tapia, saltó sobre su caballo; y la moza vínose a él cabalgó detrás pero él temblaba de miedo de ella.
-¿Qué tienes, por qué tiemblas?
-Me asusto de mi compañero, tengo miedo que me hará daño.
-¿No lo puedes arreglar con dinero? Te alabaste de que eras hijo del rey y que era riquísimo tu padre.
-¡Qué va! No tiene riquezas.
-¿No te alabaste de que él era rey y tú un gran príncipe? Pues ruega a Dios que te ayude contra tu compañero y te librará.
-Verdad dices, lo haré.
Levantó sus manos hacia Dios y rogó:
-Ay, Señor Dios, te ruego y pido tengas a bien librarme de esta diabla y sus compañeros.
Se cayó el diablo hacia atrás y comenzó a revolcarse en la tierra; queríase levantar y no podía. Entonces el mozo comenzó a correr cuanto podía hasta que llegó junto a su padre, venía muerto de sed y horrorizado de lo que había pasado.
-Señor, no te di este ejemplo sino para que no creas a tus malos privados. Si no me haces justicia de quien me ha hecho mal, me mataré con mis manos.
Y el rey mandó matar a su hijo."

Es lo dicho en "El Corán" (Sura 31; 12-24) cuando dice:

"Dimos a Luqmán la sabiduría: "¡Sé agradecido con Dios! Quien es agradecido lo es, en realidad en provecho propio. Quien es desagradecido... Dios Se basta a Sí mismo, es loable".
Y cuando Luqmán amonestó a su hijo, diciéndole: "¡Hijito! ¡No asocies a Dios otros dioses, que la asociación es, en verdad, una enorme injusticia!".
Hemos ordenado al hombre con respecto a sus padres su madre lo lleva sufriendo pena tras pena y es destetado a los dos años-. "Sé agradecido conmigo y con tus padres. ¡Soy Yo el fin de todo!
Pero, si insisten en que Me asocies aquello de que no tienes conocimiento, ¡no les obedezcas! En la vida de acá ¡pórtate amablemente con ellos! ¡Sigue el camino de quien vuelve a Mí arrepentido! Luego, volveréis a Mí y ya os informaré de lo que hacíais".
"¡Hijito! Aunque se trate de algo del peso de un grano de mostaza y esté escondido en una roca, en los cielos o en la tierra, Dios lo sacará a luz. Dios es sutil, está bien informado.
¡Hijito! ¡Haz la azalá! ¡Ordena lo que está bien y prohíbe lo que está mal! ¡Ten paciencia ante la adversidad! ¡Eso sí que es dar muestras de resolución!
¡No pongas mala cara a la gente, ni vayas por la tierra con insolencia! Dios no ama a nadie que sea presumido, jactancioso.
¡Sé modesto en tus andares! ¡Habla en voz baja! ¡La voz más desagradable es, ciertamente, la del asno!"
¿No veis que Dios ha sujetado a vuestro servicio lo que está en los cielos y en la tierra, y os ha colmado de Sus gracias, visibles y ocultas? Pero hay algunos hombres que discuten de Dios sin tener conocimiento, ni dirección, ni Escritura luminosa.
Y, cuando se les dice: "¡Seguid lo que Dios ha revelado!", dicen: "¡No, sino que seguiremos lo mismo que nuestros padres seguían!" ¿Y si el Demonio les llamara al castigo del fuego de la gehena?
Quien se somete a Dios y hace el bien se ase del asidero más firme. El fin de todo es Dios.
Si alguien no cree, ¡que su incredulidad no te entristezca! Volverán a Nosotros y ya les informaremos de lo que hacían. Dios sabe bien lo que encierran los pechos.
Les dejaremos que gocen poco. Luego, les arrastraremos a un duro castigo."

Esto sirve para cuando te encuentras un texto extraño y no lo comprendes, cuando te extravías en los confines de la inteligencia, cuando eres un periodista como el que se cargaron hace nada los Saudíes (supuestamente), cuando asaltan tu ordenador, cuando conoces a una chica con avatar infernal, cuando tienes una aventura amorosa a la que rechazas (no hay que rechazarlas dolorosamente), o, como entre otras cosas, te sometes al juicio recto de Dios o un poderoso. La enseñanza es que has de ser un "asno".

El filósofo Ibn Tufayl, en "El filósofo autodidacto" ("Naturaleza de la visión extática"; pags. 49 y 50), lo explica así:

"Por lo expuesto se ve claramente que tu pregunta tiene por objeto uno de dos fines: puede ser que preguntes por lo que ven los que gozan ya de la visión intuitiva, de la experiencia mística y de la presencia de Dios en la cumbre de la santidad perfecta; y ésta es una de aquellas cosas cuya naturaleza real no puede consignarse exactamente en un libro; y cuando alguno intenta hacerlo y se esfuerza en explicarla por medio de la palabra o de la escritura, la naturaleza real de esto que quiere explicar se cambia y viene a parar al otro género, al especulativo; porque, al revestirse con letras y sonidos y aproximarse al mundo sensible, no le queda absolutamente nada del carácter y condición que antes tenía; y las explicaciones que acerca de ella se dan son, además, varias y muy diferentes: unos se apartan [al dar esas explicaciones] muy lejos del camino recto, creyendo que otros se han apartado, cuando no ha sido así. Y ello se debe únicamente a que se trata de explicar una cosa infinita, que se refiere a una epifanía divina de tan amplios horizontes, que abarca o comprende sin poder ser comprendida o abarcada.
El segundo fin que dijimos podía tener tu pregunta, es que quieras conocer esta cosa por el método de aquellos que investigan la verdad por las solas fuerzas de la razón; y esto (¡hónrete Dios con su santidad!) ya es cosa que puede ser consignada en los libros, y de la cual cabe dar explicaciones; pero ella es más escasa que el azufre rojo, y señaladamente en este país en que vivimos, pues tal conocimiento es en él tan raro, que sólo algún individuos aislado tras otro logran adquirirlo, y el que consigue conquistar algo de ello, no lo comunica a la gente sino por medio de alegorías, porque la religión musulmana y la ley verdadera prohíben dedicarse a su estudio y ponen en guardia contra él."

Se puede ver que hay dos caminos que uno no debe de saltarse, es el de la creencia y la unidad, y otro es el de la razón y la unidad. Los monstruos de la mente aparecen cuando uno es expedito por sí mismo y abandona los caminos de la unidad.

Su máxima expresión racionalista, en psicología, es la dicha por Shaykh Al-Sulamî, en su libro de "Las enfermedades del alma y sus remedios" (29), cuando cuenta:

"Una de las enfermedades del alma es que el murîd encuentre bueno lo que él emprende, y mala la acción del que lo contradice.
El remedio correspondiente es sospechar de la propia alma, pues es instigadora del mal ('ammara bi al-sû'); y tener buena opinión (husn al-zann) de las [demás] criaturas a causa de la incertidumbre del fin último de éstas."

Cuando se emprende cualquier cosa hay que tener un umbral de tolerancia muy alto, y cuando no la tenemos hay que sospechar de nuestra alma, teniendo buena opinión de los demás.

Estas son de las pocas enseñanzas que hay que tener claras cuando quieres enseñar, crees, utilizas la razón, filosofas, quieres saber de psicología y te relacionas con los demás, ya que es el máximo punto en común de todas las enseñanzas disponibles.

¡Gracias por el post y buenas tardes!


-COMENTARIOS ANEXOS.
->YOMe ha quedado tan grande que la he tenido que explicar por mi blog:

(...)

Pasado este punto de explicación, no hay unidad de criterio, y se puede considerar exploración.

¡Gracias por segunda vez al post, y buena tarde!

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