Los caminos que carecen de testigos de los guardianes

-Post de f & Co.
François de La Rochefoucauld
(1613-1680). Escritor francés.


-Mi comentario.
En la "Ilíada" (Canto VI; 30-35), de Homero, tenemos estos curiosos versos sobre lo hecho sin testigos:

"Ulises despojó a Pidites Percosio
con la broncínea pica, y Teucro al divino Aretaón.
Antíloco desarmó con la reluciente lanza a Ablero,
el Nestórida, y Agamenón, soberano de hombres, a Élato,
que habitaba a orillas del Satnioente, de bello caudal,
en la escarpada Pédaso. El héroe Leito apresó a Fílaco"

Como se puede ver, el camino (Ulises) va a un sitio, la guerra (Teucro) va a otro, las noticias (Antíloco) a otro, la vejez (Nestórida) y el gobierno (Agamenón) a otro lugar fijo, y a la hora de dormir (Leito) a otro.

¿Qué es lo que nos dice Platón?

En "La República" (Libro VIII, 543c-d; Libro VII, 521d; Libro III, 416e; Libro V, 449a; Libro VII, 541b) se habla de estos caminos:

"-[Sí que me acuerdo -dijo- de que consideramos necesario que nadie poseyera nada de lo que poseen ahora los otros, sino, en su calidad de atletas de guerra y guardianes,] recibirían anualmente de los demás, como salario por su guarda, la alimentación necesaria para ello estando, en cambio, obligados a cuidarse tanto de sí mismos como del resto de la ciudad.
-Dices bien -respondí-. Pero, ¡ea!, ya que hemos terminado con esto, acordémonos de dónde estábamos cuando nos desviamos hacia acá para que podamos seguir de nuevo por el mismo camino.
-No es difícil -dijo-. En efecto, empleabas, como si ya hubieses expuesto todo lo referente a la ciudad, poco más o menos los mismos términos que ahora, diciendo que considerabas como buenos a la ciudad tal como la que entonces habías descrito y al hombre semejante a ella, y eso que, según parece, podías hablar de otra ciudad y otro hombre todavía más hermosos. En todo caso, [decías que, ...]"

Como vemos, en esta alocución abre el camino (Ulises) de lo que se puede decir, que es que se puede poseer en medida de lo que posean los otros en calidad de guerrero y guardián, cuidándose de si mismos y de la ciudad, siendo semejantes a esta.

"-[¿No hay, pues, que investigar cuál de las enseñanzas] tiene un tal poder?
-¿Cómo no?
-Pues bien, ¿cuál podrá ser, oh, Glaucón, la enseñanza que atraiga el alma desde lo que nace hacia lo existente? Mas al decir esto se me ocurre lo siguiente. ¿No afirmamos que era forzoso que éstos fuesen en su juventud atletas de guerra?
-Tal dijimos, en efecto.
-Por consiguiente es necesario que la enseñanza que buscamos tenga, además de aquello, esto otro.
-¿Qué?
-El no ser inútil para los guerreros.
-Desde luego -dijo-; así debe ser si es posible.
-Ahora bien, antes les educamos por medio de la gimnástica y la música."

Ser atleta de guerra y guardián es un cometido muy propio para estos, pero antes han de estar entrenados en la gimnasia y la música, ya que este es el camino de la guerra (Teucro).

"-[Considera, pues -dije yo-, si es el siguiente el régimen de vida y habitación que deben seguir para ser así. Ante todo nadie poseerá casa propia excepto en caso de absoluta necesidad. En segundo lugar nadie tendrá tampoco ninguna habitación ni despensa donde no pueda entrar todo el que quiera. En cuanto a víveres, recibirán] de los demás ciudadanos, como retribución por su guarda, los que puedan necesitar unos guerreros fuertes, sobrios y valerosos, fijada su cuantía con tal exactitud que tengan suficiente para el año, pero sin que les sobre nada. Vivirán en común, asistiendo regularmente a las comidas colectivas como si estuviesen en campaña. Por lo que toca al oro y plata, se les dirá que ya han puesto los dioses en sus almas, y para siempre, divinas porciones de estos metales, y por tanto para nada necesitan de los terrestres ni es lícito que contaminen el don recibido aliando con la posesión del oro de la tierra, que tantos crímenes ha provocado en forma de moneda corriente, el oro puro que en ellos hay. Serán, pues, ellos los únicos [ciudadanos a quienes no esté permitido manejar ni tocar el oro ni la plata ni entrar bajo el techo que cubra estos metales ni llevarlos sobre sí ni beber en recipiente fabricado con ellos.]."

El intercambio o noticias está regido por:
1) Que ningún guardián tenga casa propia, excepto por necesidad.
2) No se puede tener una habitación o despensa donde no pueda entrar todo el que quiera.
3) Los víveres que consume un guardián son los que les dan los demás según sus necesidades.
4) La vida es en común, y las comidas son las establecidas como si se estuviese en campaña.
5) La creencia es personal en lo relativo a las transacciones, de las que no deberán de manejar dinero.
6) No hay permiso para tocar oro y plata, ni techo que cubra estos, ni llevarlos sobre sí, ni beber en recipiente fabricado con ellos.
Esto serían las leyes (de Antíloco), para las transacciones.

"Tal es, pues, la clase de ciudad y de constitución que yo califico de buena y recta y tal la clase de hombre; ahora bien, si éste es bueno, serán malos y viciosos los demás tipos de organización política o de disposición del carácter de las almas individuales, pudiendo esta su maldad revestir cuatro formas distintas.
-¿Cuáles son esas formas? -preguntó.
Y yo iba a enumerarlas una por una, según el orden en que me parecían nacer unas de otras, cuando Polemarco, [que estaba sentado algo lejos de Adimanto, extendió el brazo, y cogiéndole de la parte superior del manto, por junto al hombro, lo atrajo a sí e, inclinado hacia él, le dijo al oído unas palabras de las que no pudimos entender más que lo siguiente: -¿Lo dejamos entonces o qué hacemos?]"

Es propio de la vejez (Nestórida) y de los gobernantes (Agamenón) establecer los distintos tipos de comprensión y pedir consejo y auxilio.

"-[Sí, y con mucho -dijo-. Me parece, Sócrates, que has hablado muy bien de cómo se realizará, si es que alguna] vez llega a realizarse.
-¿Y no hemos dicho ya -pregunté yo- demasiadas palabras acerca de esta comunidad y del hombre similar a ella? Pues también está claro, según yo creo, cómo diremos que debe ser ese hombre.
-Está claro -dijo-. Y respecto a lo que preguntas, me parece que esto se ha terminado."

El descanso (Leito) es necesario para el guardián, y sobre todo dar por terminadas las palabras.

Creo que es esto a lo que se refería La Rochefoucauld cuando hablaba de lo que se hace sin testigos.

¡Gracias por el post y buen día!

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