Hoy me gustaría hablaros de un tema que me cuesta, este es la "confianza", ¿qué se pierde cuando confías? ¿qué se gana? ¿Cuáles son los problemas de esta?
Esta mañana me he levantado tarde, ya que he dormido 11 horas justas (3 horas y un poco más de sueño profundo - más que el 93% de las personas -, y casi 8 horas de sueño ligero, hubiéndome quedado dormido antes que el 68% de las personas), y mejor que el 55% de las personas.
Con estos datos, a parte de haceros una idea de que me quedé hasta tarde hablando con mi amor, me he levantado tarde, y pese a que he dormido mucho, mi cuerpo me está diciendo algo así como que "la confianza pesa", ya que ayer puse ante todos que tenía una relación en el Facebook. Por lo tanto, se pierde tiempo de sueño mientras profundizas en la relación, se gana en vida y sus problemas solo son de cómo llevarla.
Para que os hagáis una idea de lo qué es la confianza, esta mañana, mientras pensaba y escribía, le pregunté a mi Padre si había pan, él me dijo que "no", y cogí un yogur desnatado, y no llevando ni la mitad de él, me dice: "¡pero hombre, no ves que hay pan en la bolsa!". Para mi Padre, geólogo de profesión, la confianza es terrena, lo mismo que para gran parte de mi familia, para mi es hacer las cosas con un poco de tacto y un tanto de amor (como os dije ayer), hubo conflicto.
¿Cómo se resuelve este conflicto?
Cuando nuestra mente y nuestro ego toman el control, es ahí cuando hay que empezarse a preocupar, ¿por qué? Porque lo que nos dice nuestro estómago (mente) y nuestros hábitos adquiridos (ego), marca nuestro actuar subconsciente. Recién levantado te fías más de estos patrones que de la gente que tienes a tu alrededor, ya que si mis hábitos adquiridos (ego) me dicen que realmente no hay pan, mi estómago (mente) cederá y diré que más que la confianza es importante comer algo sabroso antes de que se pase la mañana. Luego Dios es Amor siempre que haya confianza, y no es terreno siempre y cuando te dejes guiar por la dualidad "mente-ego". Para entregarse a lo divino (Padre), hay que confiar y no implicar la senda del autocontrol y la autoestima, sino la de la confianza.
Esta mañana con mi Padre, y todos los días con mi amor, me está sucediendo que poco a poco estoy olvidando el control férreo de mi "mente-ego" y llegando a la "confianza". Ello implica tanto aprender a confiar en que hay pan en mi subconsciente más profundo, como aprender que cualquier situación de bullicio, puede ser salvable y salvada.
No está de más la confianza, y desde mi punto de vista, si la queréis practicar, hoy, no os pongáis ninguna esencia para la concentración, dejad de concentraros al menos por un día, ¡no la forcéis! Es un error forzarla.
Hilina'i, mana'o'i'o, mahalo.
Esta mañana me he levantado tarde, ya que he dormido 11 horas justas (3 horas y un poco más de sueño profundo - más que el 93% de las personas -, y casi 8 horas de sueño ligero, hubiéndome quedado dormido antes que el 68% de las personas), y mejor que el 55% de las personas.
Con estos datos, a parte de haceros una idea de que me quedé hasta tarde hablando con mi amor, me he levantado tarde, y pese a que he dormido mucho, mi cuerpo me está diciendo algo así como que "la confianza pesa", ya que ayer puse ante todos que tenía una relación en el Facebook. Por lo tanto, se pierde tiempo de sueño mientras profundizas en la relación, se gana en vida y sus problemas solo son de cómo llevarla.
Para que os hagáis una idea de lo qué es la confianza, esta mañana, mientras pensaba y escribía, le pregunté a mi Padre si había pan, él me dijo que "no", y cogí un yogur desnatado, y no llevando ni la mitad de él, me dice: "¡pero hombre, no ves que hay pan en la bolsa!". Para mi Padre, geólogo de profesión, la confianza es terrena, lo mismo que para gran parte de mi familia, para mi es hacer las cosas con un poco de tacto y un tanto de amor (como os dije ayer), hubo conflicto.
¿Cómo se resuelve este conflicto?
Cuando nuestra mente y nuestro ego toman el control, es ahí cuando hay que empezarse a preocupar, ¿por qué? Porque lo que nos dice nuestro estómago (mente) y nuestros hábitos adquiridos (ego), marca nuestro actuar subconsciente. Recién levantado te fías más de estos patrones que de la gente que tienes a tu alrededor, ya que si mis hábitos adquiridos (ego) me dicen que realmente no hay pan, mi estómago (mente) cederá y diré que más que la confianza es importante comer algo sabroso antes de que se pase la mañana. Luego Dios es Amor siempre que haya confianza, y no es terreno siempre y cuando te dejes guiar por la dualidad "mente-ego". Para entregarse a lo divino (Padre), hay que confiar y no implicar la senda del autocontrol y la autoestima, sino la de la confianza.
Esta mañana con mi Padre, y todos los días con mi amor, me está sucediendo que poco a poco estoy olvidando el control férreo de mi "mente-ego" y llegando a la "confianza". Ello implica tanto aprender a confiar en que hay pan en mi subconsciente más profundo, como aprender que cualquier situación de bullicio, puede ser salvable y salvada.
No está de más la confianza, y desde mi punto de vista, si la queréis practicar, hoy, no os pongáis ninguna esencia para la concentración, dejad de concentraros al menos por un día, ¡no la forcéis! Es un error forzarla.
Hilina'i, mana'o'i'o, mahalo.
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