Maestros

Hoy me he levantado con una serie de cosas que quiero comprobar con vosotros; la primera vez es si habéis sufrido alguna injusticia sumaria, y la segunda es quién fue vuestro maestro.

Quizás os preguntéis que ninguna de las dos tiene conexión alguna, pero os digo que la tienen.

Ayer llamé a un hombre que me gorroneaba dinero en el pasado, justo en el momento en el que peor estaba, ya que estaba completamente hundido de moral. Después de una pequeña charla le dije, "¡gracias, será mejor que no nos volvamos a ver!", se quedó en paz y me fui de la conversación.

¿Por qué, Julio? ¿por qué?

Porque cualquiera que te haya hecho sufrir lo más mínimo en la vida, contiene una enorme y sugestionante enseñanza que darte. A veces, como en el caso mencionado, pecamos de seguros en nuestra vida y nos pensamos que tenemos todo bajo control, cuando se presenta nuestra némesis y nos da en cabeza, diciéndonos que realmente ni estamos tan seguros, ni estamos tan preparados. Hace falta una cura de humildad, y esta pueden ser años.

Cuando hablo de estas cosas, puede darse en un padre, en una madre, en una novia o en tu propio pasado. Por ejemplo, cuando se es nuevo en una ciudad diferente, se ha de prestar atención a las cosas, cualquier cosa que te suceda en la vida de esa ciudad, sabes que es producto indisoluto del hecho de empezar de 0, ya que no es que estés errando, sino que no estás prestando toda la atención que deberías, entonces aparecen los maestros de todo y aprendices de nada.

Estos seres se caracterizan por darte las cuatro notas que te faltaban de tu existencia, no olvides que son maestros casuales, pero te enseñan la mejor de las lecciones, que es el que te adaptes lo más rápido que puedas y cuides de ti. Esta actitud humilde, que hay que tener, es de agradecer. No matemos al mensajero, quedémonos con el mensaje, eso es lo importante.

Si ayer le hubiera dicho a mi amor todas y cada una de las cosas que hacía mal aquí, no sería mi amor, sino mi maestra, pero como es mi mujer, ambos nos corregimos con cariño. Hoy, sin ir más lejos, estaba por hacer el trataka (técnica hindú de corrección de la vista) y me dijo: "¡hazlo con el estómago vacío!", eso es una ensañanza que vale su peso en oro, siendo que me alegré infinitamente.

Hoy mi Padre estaba haciendo cosas en la cocina y le pedí espacio para hacerme un zumo de pomelo (depurativo del cuerpo), él me dijo que me esperara y después me lo hizo, su mensaje es que "no seas tan cómodo a la hora de hacer las cosas". Después me dijo, "¿te has dado cuenta de que vamos a salir fuera esta medio día? ¿A qué esperas para hacer las cosas?" el mensaje es el mismo, "no seas tan cómodo a la hora de hacer las cosas".

Y es que hoy he entrenado quemando gran cantidad de calorías, con unas pulsaciones envidiables (85 lpm), un sueño de 9 horas y 10 minutos (3 horas y un poco más de 40 minutos de sueño profundo - más que el 98% de las personas -, con 5 horas y casi 30 minutos de sueño ligero), más temprano que el 28% de la gente y mejor que el 71% de los usuarios. Al haber recibido esta carga, os podéis hacer una idea de la importancia que le di al día, y más después de haber aspirado durante horas aroma de mirra.

Una última cosa, cuando hables de maestros, no te centres en sensaciones externas, céntrate en las propias, no utilices aromas (no estoy utilizando ninguno ahora), ya que has de procurar localizar la enseñanza virgen y auténtica.

Eso es todo.

Na kumu, mahalo.


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