Memorias

Me llamo Julio, como se llama mi padre y como se llamaba mi abuelo. Dicho nombre significa "de fuertes raíces", es nombre forestal y de Césares romanos, así se han llamado también numerosos Papas. Dicho nombre se lo ponen en mi familia a los primogénitos, recordando el día en que mi familia paterna salió de Navapalos, un pueblo de ascendencia goda en el norte de España. Mi bisabuela, una pelirroja de colores de ojos diferentes, se lo dio a mi abuelo en previsión de la despoblación del medio rural que se daba en aquella época, para recordar que pertenece a un pueblo concreto.

Nosotros somos la descendencia de Navapalos, la tierra de donde partió el Cid a conquistar Valencia (véase el "Cantar del Mio Cid"), pueblo de dicha ascendencia.

Cuando me paro a pensar el abolengo de mi nombre y mis apellidos (los cuales van más allá), no puedo dejar de sentir mas que vértigo, también con los de la familia de mi madre, ya que somos lo que se podría conocer por "cristianos viejos".

Mi padre y mi madre se han esforzado y se esfuerzan, en todo momento, porque no paremos en esas cosas. Y es cierto, tus antepasados son tus guías, pero no deben de marcar lo que es el devenir de tu existencia, eso lo marcas tú.

Al mismo tiempo que escribo estas palabras, después de haberme hecho unas pruebas para el futuro en mi Hospital, me dice mi app que duermo mejor que el 95% de los usuarios, aunque sea martes y haya dormido 7 horas y un poco menos que media, con 3 horas y poco de sueño profundo o pesado (más que el 94% de las personas) y 4 horas y un poco más de un cuarto de sueño ligero. Sigo yéndome a dormir tarde, prueba de ello es que no he hecho yoga hoy, me he levantado casi dos horas y media antes, y la báscula lo ha notado. Me he restado 2 horas y casi cuarto de sueño, y debido a ello tengo 110 de pulsaciones.

¿Soy un campeón de los desastres?

La respuesta es no, ya que como bien he dicho, el verdadero truco para no sufrir con las memorias del pasado está en no mirar constantemente atrás.

Un truco para no mirar constantemente al pasado y centrarte en el futuro es utilizar esencias de cítricos mezcladas y dejar que el provechoso momento dicte sentencia de lo que eres ahora. Ahora soy un granadino del sur de España, con un amor que le corresponde todos los días.

No echemos tanto la vista atrás.

Na ho'omana'o 'ana, mahalo.



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