Formas de exponer y relacionarse con los libros

-Post de f & Co.
"Sobre la nostalgia" (Alianza) de Diego S. Garrocho: «Frente al tópico legendario atribuido a Unamuno, al lado del 'vencer' y del 'convencer' en política, habríamos de sumar siempre la posibilidad y la necesidad de 'conmover'». ¿Con qué efectos?
https://tienda.filco.es/…/lib…/sobre-la-nostalgia_5803000074


-Mi comentario.
Primero hay que encargarse de la frase y después de la utilidad del libro:

1º)

En el relato "El kimono azul" (IX), de Fernando Iwasaki, se dice:

"Gadafi, cárgate al japonés", decía el SMS enviado por una antisistema de Cornellà. "Gadafi, vamos a rescatarlos", tintineó otro mensaje en el móvil. "Gadafi, hemos sitiado el Alcázar", relampagueó el teléfono por tercera vez. Después de diez mensajes -cada cual más guerrillero- "Gadafi" se asustó y corrió a enseñárselos a Paco "El Requeté", para que organizara la defensa del Alcázar de Toledo."

Hay un "proverbio japonés" para el que "vence", "convence" y "conmueve" que dice:

"Ichi-mon oshimi no hyaku-zon."

Que traducido al inglés es:

"One coin saved, a hundred losses."

Que traducido al español es:

"Una moneda ahorrada, cientos en pérdidas."

Que tiene su aquél en el "refrán inglés" que dice:

"Penny-wise, pound-foolish."

O:

"Centavo sabio, libra necio."

Por lo tanto, vencer, convencer y conmover vienen de la forma en la cual utilices tus recursos. Por ejemplo, utilizar proverbios, refranes, aforismos... y un largo etc, hacen que el mensaje sea barato, pero al mismo tiempo sabio, y al ser de todos, no se pierde en dinero. Por eso es por lo que utilizar este tipo de economía de la comunicación de mensaje barato, sabio y de todos no hace que se te califique de tonto o que tengas pérdidas.

La pregunta sería, pues, con el libro: ¿Cómo sabes qué has de seleccionar cuando has de comunicar?

2º)

En el libro de "La magia del orden: Herramientas para ordenar tu casa... ¡Y tu vida!" (pags. 123 y 124), de Marie Kondo, se dice:

"Clasifica por categoría, en orden correcto y conserva solo las cosas que te inspiren alegría. Hazlo rápida y concienzudamente, todo de un tirón. Si sigues este consejo, reducirás de forma drástica las cosas que posees, sentirás una emoción que nunca has sentido y ganarás confianza en tu vida.
¿Cuál es la cantidad correcta de posesiones? Yo creo que la mayoría de la gente no lo sabe. Casi seguro que llevas toda tu vida rodeado de mucho más de lo que necesitas. Esto hace que a mucha gente le cueste trabajo imaginar cuánto necesita para vivir con comodidad. A medida que reduzcas tus posesiones mediante el proceso de organización, llegarás a un punto en el que sabrás de repente cuánto es lo correcto para ti. Lo sentirás tan claro como si algo hiciera clic en tu cabeza y te dijera: "¡Basta! Esta es la cantidad que necesito para vivir cómodamente. Es todo lo que necesito para ser feliz. No necesito más". La satisfacción que envuelve todo tu ser a esas alturas es palpable. Yo llamo a esto el "momento del clic". Curiosamente, una vez que superas este momento, descubrirás que la cantidad de cosas que posees nunca aumenta. Y esta es la razón de que no sufras un rebote.
El momento del clic varía de una persona a otra. Para un amante de los zapatos, podría darse al llegar a los 100 pares, mientras que un amante de los libros podría necesitar otra cosa además de libros. Algunas personas, como yo misma, tienen más ropa de estar por casa que de calle, mientras que otros prefieren andar desnudos en su casa y por eso no tienen ropa de estar por casa (Te sorprendería saber cuántos caen en esta última categoría).
Mientras pones tu casa en orden y reduces tus posesiones verás cuáles son tus valores auténticos, lo cual es muy importante en tu vida. Pero no te centres en reducir tus pertenencias ni tampoco en los métodos de almacenamiento eficientes. Mejor elige las cosas que te inspiran alegría y goza la vida según tus propios estándares. Ese es el verdadero placer de organizar. Si aún no sientes el clic, no te preocupes. Puedes seguir reduciendo tus posesiones. Emprende esta tarea con confianza."

El "momento del clic", como ella lo llama, es lo que muchos identifican con el "satori" o "iluminación", que, en el zen, es, básicamente, cuando te has hecho sufrir personalmente mucho, siendo que así ves claramente como la posesión se conjunta con lo que tú eres. No es sufres un poco por alguna cosa y te pones a engordar por depresión.

Hay un "proverbio japonés" que dice de esto:

"Koromo bakari de osho wa dekinu"

O:

"El hábito no hace al bonzo."

Los bonzos siguen desde el no ser estas normas del "Dhammapada" (155 y 156), de Buda, que dicen:

"Al no haber vivido la noble vida, al no haber adquirido tal riqueza en su juventud, tales hombres desfallecen como viejas garzas en un estanque sin peces.
Aquellos que no han observado la Vida Santa, que en su juventud no han adquirido tesoros, se tornan como inútiles arcos, mirando hacia el pasado."

Una norma para vivir bien la vida es ser lo más noble (ella lo llama alegre), luego no engordar y no morir penosamente, que se logra estando fino (Vida Santa), teniendo cosas de valor (tesoros) y tornándote al pasado.

En un "refrán español" es:

"El hábito no hace al monje."

Esto proviene de la Biblia ("Evangelio de San Marcos" 10; 17-22) cuando se dice:

"Se ponía ya en camino cuando uno corrió a su encuentro y arrodillándose ante él, le preguntó: "Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?" Jesús le dijo: "¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: "No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre". Él, entonces, le dijo: "Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud." Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: "Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme." Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes."

Una norma cristiana para vivir bien es precisamente al contrario, que se sea noble (por lo triste), luego engordar y adelgazar repetidas veces, dar todo lo que tienes (hasta lo que ella llama el clic), que se logran honrando a tu Padre y a tu Madre, siguiendo a Jesús (tesoro en el cielo) y tornándote a Dios.

Cada libro que tienes ha de tener una forma de relacionarse con él, las enseñanzas de todos los maestros no son iguales, luego cada vez que coges un libro (como el que me intentáis vender), tiene esta además de una relación económica a la hora de exponerlo y quedar bien.

Eso es lo que veo para vencer, convencer y conmover.

¡Gracias por el post y buenas tardes!

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