Comentario, con verso de Antonio Alcaide, a la excelente novela de Nicolás Gutiérrez Hidalgo: "El Grial y la Diosa"

-Post de f & Co.
Harper Lee (1926-2016). Escritora estadounidense.


-Mi comentario.
El cómo estoy con mis amigos lo define muy bien un libro de poesía llamado "Los días del diluvio" (pag. 92), de Antonio Alcaide, cuando dice:

"No utilices las palabras.

Últimamente
es muy fácil perderse en ellas,
desde la caída de Babel."

Cuando un granadino te pide que estés con él, no has de utilizar palabras, ya que las últimas de estas te hacen perderte por división.

En el libro de mi amigo y compañero de Hermandad, Nicolás Gutiérrez Hidalgo, llamado "El Grial y la Diosa" (pag. 220), se dice:

"-¡Hombre!, ¿irracional...? -Juan manifestó su disconformidad con aquel calificativo.
Arturo cortó.
-¡Sí, irracional en cuanto que no usas la razón para rechazar estas teorías! Tu única justificación es no querer admitirlas "a priori".
Juan no había visto nunca así a Arturo. Pensó en que algo de verdad había en ello; de hecho, aunque lo había evitado por largo tiempo, si estaba ahora allí, era porque había sentido la necesidad de hacerlo. Mantenía sus reservas, pero debía cambiar su discurso y lo sabía."

En Granada, para añadir algo más a su historia, has primero de fracasar, pero aunque solo sea en tu fracaso has de continuar, como el fiel a Dios (Juan) al oso fuerte u noble (Arturo).

Esto tiene su aquel en la Biblia (Isaías 12;1-2) cuando dice:

"Y dirás aquel día:
"Yo te alabo, Yahveh,
pues aunque te airaste contra mí,
se ha calmado tu ira
y me has compadecido.
He aquí a Dios mi Salvador:
estoy seguro y sin miedo,
pues Yahveh es mi fuerza y mi canción,
él es mi salvación.""

El "yo" en su vertiente mágica es verdad y error (dedo pulgar e índice), luego instinto de supervivencia y aversión en canción, pero en su vertiente "egóica" es verdad y memoria (dedo pulgar y meñique), luego instinto de supervivencia e ignorancia en fuerza. Esto da, para el "yo", miedo, y, para el "ego", seguridad, que logran calmar la ira.

Probablemente esto es no tener razón y equivocarse en más sitios, que implica la separación de este doble sentido, comprobado insitu con el autor de esta novela.

¡Gracias por el post y buenas noches!

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