Sobre la verdad auténtica

-Post de f & Co y MC.M.C.
1º)

Realmente son pocas veces en las que la música sea mejor que el propio silencio.

2º)

William James (1842-1910), psicólogo y filósofo estadounidense.


3º)

"¿CUÁNTO TIEMPO LE QUEDA? «Odio esta pregunta». Es casi imposible responderla, pero la gente espera una cifra, como quien pregunta a cuánto está la libra. No hay libra: es una dirección en un viaje, un movimiento en el tiempo, un trayecto de puntillas hacia un punto de no retorno". La reflexión es de Kathryn Mannix, experta en paliativos y autora de "Cuando el final se acerca" (
Ediciones Siruela
), un libro que intenta cambiar (y cambia) algunos clichés sobre la muerte y la manera de afrontarla que tenemos. ¿Has hecho alguna vez esa pregunta o te la han hecho? Ahora ya sabemos qué piensan los profesionales...


-Mi comentario.
1º)

En “Robinsón Crusoe” (pag. 479), de Daniel Defoe, se nos dice, de los espectáculos que superan el silencio, lo siguiente:

“El pícaro del criado mío se volvió entonces hacia nosotros para ver si nos reíamos. Al observar que todas las caras reflejaban satisfacción, rompió él a reír estrepitosamente.
-Así matar oso en país mío.
-¿Cómo dices que lo matáis así? No puede ser, porque no tenéis escopetas.
-No escopeta, pero tener flecha mucho grande larga.
El espectáculo nos había divertido, haciéndonos olvidar por un momento que nos encontrábamos en sitio peligroso, con nuestro guía herido de consideración y sin saber qué hacer. El aullido de los lobos me repercutía en el cerebro. Fuera del rugido que oí una vez en las costas de Africa, y del que hablé en otro lugar, no había escuchado en toda mi vida nada que me helase la sangre como aquel ulular de los lobos hambrientos.”

El peligro se sorpasa en el “yo mismo” si se ríe, hay satisfacción y empatía mutua, siendo este peligro de origen primitivo, rudimentario y agresivo, ya que el silencio solo trae la herida del que guía sin saber cómo afrontarlo, puesto que los hombres ferales se vuelven taladrantes en su quiebra si no hay ausencia de frío (África) al estilo de los lobos hambrientos en concepto interno doloroso “mi” como “nada” en memoria interna dolorosa en “me” o “eso”.

En “refranes de izquierdas” es lo mismo que decir:

“Quien tiene noches alegres,
ha de soportar mañanas tristes.”

El ser alegre por las noches es igual a pasar un miedo (o provocar un miedo) mortal, luego en los hombres es igual a levantarse de mal humor, ya que la “interrupción a la claridad mental” proviene de un momento en el cual debes de estar cagado de miedo. Por lo tanto, lo lógico es que, a no ser que seas Africano, haya una memoria externa triste en “mí”.

Eso es lo que veo, evita las bromas por las noches (y lo digo por experiencia cercana de varias personas que actúan así y las he visto a diario).

Por favor, perdóname pero esto es lo que pienso y he vivido.

2º)

En el libro de “La campesina” (pag. 32), de Alberto Moravia, se nos dice de la eficacia de las verdades lo siguiente:

“Pero él, enfurruñado, me contestó:
-No sabes de lo que va… Es su himno… Es como para nosotros la Marcha Real.
Y, luego, después de un silencio, añadió:
-La verdadera tristeza la tenemos los italianos.
Por fin el tren arrancó, sin un pitido, sin una campanada, sin un ruido, como por casualidad. Hubiese querido encomendarme una vez más a la Virgen para que nos protegiese a Rosetta y a mí de todos los peligros que íbamos a afrontar. Pero me había entrado un sueño tan fuerte que no tuve siquiera fuerzas para hacerlo. Tan sólo pensé: “Esos hijos de zorra…”, y no sabía si pensaba en los alemanes o en los ingleses o en los fascistas o en los italianos. Un poco en todos, quizá. Después, me quedé dormida.”

El entendimiento en el “ello” se da a través de sus himnos, siendo que la verdad en la tristeza proviene de los italianos, y su camino es silencioso siendo casualidad, esa es la memoria interna dolorosa “me” que linda con la memoria externa triste en “mí”, dándose que la extensión del sueño en concepto penoso “me” es no poder creer con cautela (Rosetta a la Virgen). Al ser una “interrupción a la claridad mental”, no se ve el “todo” y se avanza en los criterios.

Sobre esto hay un “refrán español” que dice:

“Francesa cortesía, todo es falsía.”

El refranero se atribuye la capacidad de afinar en la eficacia y nos dice que la culpa es de la “cortesía francesa”, siendo, en los parámetros que he dicho, un refrán irreal, debido a que cuando no se tienen las capacidades mentales para hablar y sueltas tu bendición, eres eficaz pero no afinas.

Luego lo dicho por William James hay que matizarlo, diciendo que solo eres eficaz diciendo la verdad si estás fino para ello, sino es una falsa verdad.

Es lo que veo.

¡Gracias por el post y buenas tardes!

3º)

En el libro de “La felicidad compartida” (pag. 114), de Abril Martín, se dice del tiempo de vida en nuestra generación:

“-Tu querida amiga seguro que te habrá informado de eso –ahora era yo la que utilizaba la ironía. Solía hacerlo cuando necesitaba cierta protección, cuando la debilidad de mi interior requería una coraza externa que no dejara ver la realidad de mis sentimientos. Había aprendido a manejar ese recurso con facilidad.
-No me interesa tu vida, ni por qué estás aquí, los chismes no son lo mío. Sólo quiero un nombre –estaba jugando con un verdadero maestro. Se notaba que tenía años de práctica-. Aunque tampoco sería totalmente necesario, me gusta poner apodos y el tuyo lo tengo claro –se acercó a mí muy lentamente, haciéndome sentir algo incomoda-. Te lo diría… pero hay que preparar la comida –cambio de tema radical, jugaba con mi curiosidad.”

La voluntad, en la amistad, se informa a través de la incompetencia en el nivel “eso” (“mi” en concepto doloroso interno, y “me” en memoria interna dolorosa) de modo irónico en forma de protección del concepto doloroso interno “mi”, ya que la vida no es interesante en concepto penoso “me”, solo el “aquí” del “yo mismo” del “sueño”, que debe ser nombrado, como verdad en “interrupción a la claridad mental”, sobre los años de práctica en apodos, puesto que la memoria externa triste en “mí” solo se conoce en los que no levantan incomodidad, porque manejan el nivel “ese” no desvelando la memoria interna dolorosa “me” a través del concepto doloroso “mi”.

En “refranes de mi tiempo” es lo mismo que decir:

“La viuda llora, y otros cantan en la boda.”

La muerte en memoria externa “mí” y el regocijo de la memoria dolorosa “me” están íntimamente relacionados de la manera en la cual “eso” no sea una carencia y los niveles “ese” protejan el “aquí” y su “sueño”.

Por lo menos, en este tiempo, toda muerte es una suplencia de características del ser que se ha ido, por eso es por lo que se genera esa interrupción a la claridad mental, puesto que si aunque se dé mal no se da, ¡te vas a la mierda! Y en pocos años serás el recuerdo de un apodo o alguna anécdota denigrante.

Tal que así.

¡Gracias por el post y buenas tardes!

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