Hablando en español, "stalkear", palabra política y socialmente incorrecta

Hay ciertos entornos en internet, que recurren cuasi-religiosamente al anglicismo stalker y su significado, no hace falta que nos lo explique nadie sin experiencia en el tema en cuestión, porque entre otras cosas viene traducido en el traductor de Google.

Pero más allá de lo que pueda significar la palabra en sí, está el uso que se le da en la lengua española. Como bien sabréis, hará algún tiempo que escribí sobre el método ciceroniano en la lengua latina, método que sigue la lengua española y el resto de lenguas de la Peninsula y que permite una mayor variedad y composición de palabras, además de prestamos lingüísticos, sin llegar a utilizar el otro idioma, más que cuando la duda surja, como bien he dicho en anteriores entradas y a ello me dispongo, a desmontar desde dentro la falacia de esta palabra.

Para empezar, acudamos a los ejemplos filosóficos patrios:
->Séneca: En su "de la brevedad de la vida" llega a decir en "a Galión -no debe de seguirse la opinión ajena-", en su punto nº4, que: "El sumo bien es un alma que desperdicia las cosas azarosas y se complace en la virtud" o bien "una fuerza de ánimo invencible, con experiencia de las cosas, serena en la acción, llena de humanidad y de solicitud por los que nos rodean" llegando a decir, que un hombre feliz, es alguien a quien nada le parece bueno ni malo, sino un alma buena o mala, que practica el bien y se contenta con la virtud, que no se deja elevar ni abatir por la fortuna, que no conoce bien mayor que el que puede darse a sí mismo, para quien el verdadero placer será el desprecio de los placeres.

Como bien entenderéis, la persona que ha sido acusada de esta palabra ¡qué mínimo, que tiene que pasar esta prueba en nuestra tierra! Quedando reflejada, esta postura, en novelas como "la fuerza de la sangre", de Cervantes, en boca de Estefanía cuando dice: "¡Pecadora de mí, y qué bien trato a mi huéspeda!

->Tomás Moro: en su celebre tratado de política, Utopía (de los viajes de los utópicos), ficción con base católica para el ambiente protestante y ateo inglés, escribió lo siguiente: "Si un utópico quiere pasearse por los alrededores de la ciudad, puede hacerlo con la autorización del padre y el permiso del cónyuge, pero no le darán comida en ningún caserío si no lo abona con trabajo, que generalmente se hace en una mañana o en una tarde. Acatando esta norma, puede atravesar el límite del territorio de su ciudad, y no proporcionará menos beneficio a esta que si se hubiese quedado en ella".

Con lo cual, para no caer en dicha palabra, se supone que debes de repercutir positivamente en el ambiente del interesado, para que este, esta o la sociedad mejore. Siendo stricto sensu, un asalto a la inglesa, en contrario, como bien demuestra la novela de Cervantes, "la española inglesa".

->Miguel de Unamuno: en sus dos asertos a cerca de la "religión, mitología de ultratumba y apocatástasis" (en "del sentimiento trágico de la vida"), nos hace decir que cuando un católico dice "todos nosotros" dice un "yo", pero que esto, recurriendo a la lengua inglesa, se transforma en un "tu" y "yo". Siendo las dos vías de unión y separación de la sociedad, tan válidas la una como la otra, si atendemos a lo anterior.

Como en la lengua inglesa se carece de la dignidad y la venustas como formas de belleza, su concepto es el de "el objeto de deseo", siendo tan válidos, para este país, el refrán español de "fruta prohibida, la más apetecida". Por lo tanto, el fenómeno que ejemplifica la palabra, ejemplifica a un pecador para España y a un obseso en los países anglófonos.

Por lo tanto, si yo fuera un stalker:
->O sería un pecador, del cual habría que apiadarse, según la tradición eclesiastica por mi Diáda o diferencia, siendo que habría que reformarme.
->O sería un obseso, para el cual debiera de utizarse la palabra "entredecir" en su primer y segundo significado, completo, de 1970: 1- Prohibir la comunicación y comercio con una persona o cosa. 2- Poner en entredicho.

Por lo tanto, encajar en esta palabra, es un trabajo en los dos sentidos, del que parece que algunas persona cercanas a mi, se empeñan en ponerme.



¡Qué vivan Mosteam y su gente!

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