El socorro y rescate de Grecia y su cambio

Hoy me asaltaban dos noticias bastante dispares, pero unidas en la desdicha.

Por un lado está, una noticia del "rescate a Grecia evocando al cambio" y por otra, está una "noticia de una masacre ancestral", a las cuales les dedico esta parte de la Illiada integra (Canto XI; 426-458).


"Luego clavó a Quersidamante, que acababa de saltar del carro, 
el asta en la región umbilical bajo el abollonado broquel, 
y él cayó al suelo agarrando el polvo con crispada mano.
Los dejó allí y luego hirió con la lanza a Cárope Hipásida,
carnal hermano del acaudalado Soco.
En defensa suya marchó Soco, mortal igual a un dios,
y cuando llegó cerca se detuvo y le dirigió estas palabras:
"Preclaro Ulises, insaciable de engaños y fatigas!
Hoy o te jactarás con dos Hipásidas,
si matas y quitas las armas a dos guerreros como nosotros,
o perderás la vida, abatido bajo mi lanza".
Tras hablar así, hirió su broquel, por doquier equilibrado.
A través del reluciente broquel penetró la robusta pica 
y se hundió a través de la coraza, con arte elaborada.
Desgarró toda la piel del costado, pero aún no permitió
Palas Atenea que penetrara en las entrañas del varón.
Ulises notó que la lanza no había llegado a un punto fatal;
se retiró hacia atrás y dirigió a Soco estas palabras:
"¡Ah desdichado! Te ha llegado la hora de la abrupta ruina.
Cierto que me has dejado fuera de la lucha contra los troyanos.
Pero a ti yo te aseguro que la muerte y la negra parca aquí 
te van a llegar en el día de hoy y que, doblegado por mi lanza, 
a mi me darás honor, y la vida a Hades, de ilustres potros".
Dijo, y el otro ya había girado y se había dado a la fuga; 
pero nada más volverse, Ulises le clavó la lanza en la espalda
entre medias de los hombros y le atravesó el pecho.
Retumbó al caer, y el divino Ulises exclamó exultante:
"Soco, hijo del belicoso Hípaso, domador de caballos!
A ti te ha llegado la muerte y no la has eludido.
¡Ah desdichado! A ti ni tu padre ni tu augusta madre
te cerrarán los ojos al morir; las aves de presa carniceras 
te despedazarán, cuando te echen el manto de sus tupidas alas.
Más a mí, si muero, los divinos aqueos me tributarán exequias"
Tras hablar así, extrajo la robusta pica de la piel 
y del abollonado broquel del belicoso Soco. Y al arrancarla,
brotó un chorro de sangre que le angustió el ánimo".

Lógicamente, Ulises, se terminó salvando, dado el gran valor que tenía para los suyos, los aqueos, que prefirieron salvarlo que correr el riesgo de perder algo valioso, como era su ingenio, de ahí viene la palabra "socorro", un robo de honor a Soco. Con lo cual, tanto honor tienes, tanto vale tu socorro y tendrá mérito tu "rescate".

La palabra cambio o cambitas solo existe para las izquierdas, como: 1ª)  Cambiar, trocar o permutar una cosa por otra. 2ª)  Cambio o trueque.

La primera y la segunda noticia que os he puesto coinciden en el supuesto de la fábula de Esopo de "el cisne y su amo". El cisne, como Ulises ante Soco, solo canta ante la muerte inminente y es por su voz y elegancia por lo que se le perdona, Palas es la mujer de mancebía y la que le envía a la muerte y Hades el que se cobra su vida y según tu honor así te auxilian. Sin embargo a la Grecia actual, solo le están socorriendo a la manera de Soco, o sea mal, porque no vale según la gente de hoy día ni un duro su rescate a lo Soco y entonces solo van a ver si pillan cacho, porque para las derechas no existe la palabra "cambio" y, al igual que en la noticia de la masacre antigua, irán a saco y arramblando con lo que puedan.

Solo queda cantar, como el cisne o Ulises, para que se den cuenta de que su socorro merece la pena y eso, hoy día, solo se consigue (invertidos con anterioridad) con trabajo e ingenio.

No veo posible el cambio desde las políticas y poder, actual, de Podemos, menos como dice Errejón, teniendo unas cuantas alcaldías nada más, necesitan más apoyo para ese cambio.

¡Mi más sentido pésame para los que no puedan tirar con esta crisis!

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