De las ventajas de andar con sinceridad

-Post de f & Co.
LA VIOLENTA ESPERANZA
Lo de la vida lenta... pues tantas veces. Lo de la esperanza violenta... Tenía que ser (de) un poeta: Apollinaire. Qué imagen tan deslumbrante. ¿O a alguien se le había ocurrido?


-Mi comentario.
No estoy de acuerdo, porque va en contra de la salud del que la maneja y del que la recibe, inclusive de la economía.

En los "Hechos de los Apóstoles" (3; 9), de la Biblia, se dice abiertamente:

"Todo el pueblo le vio cómo andaba y alababa a Dios;"

¿Qué es lo que sucedería si la vida fuera lenta?

Adam Smith nos lo propone en, "La riqueza de las naciones" (Libro III; "1. Del progreso natural de la riqueza", pag. 487), de la siguiente manera:

"Por otro lado, en países donde no existe tierra inculta, o donde no se la puede conseguir fácilmente, todo artesano que acumule más capital del necesario para sus labores eventuales en las cercanías, trata de preparar artículos que puedan venderse más lejos. El herrero levanta una suerte de taller y el tejedor una industria de telas de hilo o paños de lana. Con el tiempo, estas manufacturas se van subdividiendo gradualmente, y así se mejoran y refinan de múltiples maneras fácilmente imaginables, y sobre las que por esa razón es innecesario abundar en explicaciones ulteriores."

Eso es lo que sucedería si andaras lento y alabandote a ti mismo en comunidad.

¿Qué es lo que sucedería si la esperanza fuera violenta?

Friedrich A. Hayek nos lo propone, en "Camino de servidumbre" ("5. Planificación y democracia", pag. 124), de la siguiente manera:

"Hay que reconocer, sin embargo, que la delegación de la facultad legislativa no es en sí lo cuestionable. Oponerse a la delegación en sí es oponerse a un síntoma y no a una causa, y como aquélla puede ser el resultado necesario de otras causas, sería debilitar la argumentación. En tanto la facultad que se delega sea simplemente la de establecer reglas generales, puede haber muy buenas razones para que dicten estas reglas las autoridades locales mejor que las centrales. Lo discutible es que deba recurrirse tan a menudo a la delegación porque las cuestiones no puedan reglamentarse por preceptos generales, sino únicamente por la decisión discrecional en cada caso particular. Entonces la delegación significa que se ha concedido poder a alguna autoridad para dar fuerza de ley a lo que, a todos los efectos, son decisiones arbitrarias (descritas comúnmente con la expresión "juzgar el caso según sus circunstancias particulares")."

Eso es lo que sucedería si andaras con esperanza y alabandote a ti mismo con violencia en la comunidad.

Ambas actitudes, recibirían el adjetivo calificativo en nuestro país de "cimurro" o persona mezquina y roñosa (del vasco zimurra o "la arruga").

¿Qué sucedería si actuásemos con sinceridad?

William Ouchi nos lo propone, en "Teoría Z" (Capítulo 5. De la A a la Z: Los pasos del desarrollo; "Primer paso: Comprender la organización Z y el papel que usted desempeña", pag. 102), de la siguiente manera:

"De todas las maneras en que se puede fomentar la franqueza, la única realmente importante es predicar con el ejemplo. El líder, que abiertamente disiente de los demás y que se sale de lo establecido, para provocar una atmósfera que acoge con agrado toda clase de opiniones, será capaz de engendrar un cambio. Desde luego, este proceso conducirá a un aspecto clave en todos estos esfuerzos: la evaluación del rendimiento. El término sinceridad no implica hostilidad ni tampoco dulzura; considera tan sólo una apreciación realista de dos problemas y dos tareas realizadas. Los empleados exigirán finalmente una evaluación de su rendimiento antes de hacer a un lado esa actitud de autoprotección y dar lugar a una mayor cooperación. Cuando un jefe pretende hablar con franqueza, lo que más interesa a los subordinados es discutir sin rodeos su rendimiento, su remuneración y sus perspectivas futuras. Este tipo de sinceridad es el que se busca con mayor afán."

Eso es lo que sucedería si andaras con sinceridad y alabandote a ti mismo por tu evaluación en la comunidad. Luego no envejecería tu forma de tratar a la gente ni tu proyecto, y serías, básicamente, eficaz a la hora de tratar los asuntos con el mejor punto de vista, en todo momento delante.

Luego había gente a la que se le había ocurrido antes algún aspecto de esta, pero lo que no se le ocurrió a vuestro autor fue naturalizarla, cosa que sí logra este autor japonés, que a la vista de los resultados económicos de Japón como 3ª potencia del mundo, pese a su pequeñez, está más que bien.

Eso opino.

¡Gracias por el post y buen día!

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